domingo, 30 de junio de 2013

REPRESENTACIONES SOCIALES Y PRACTICAS CONSTRUIDAS SOBRE LA PARTICIPACIÓN EN EL CAMPO COMUNITARIO



UNIVERSIDAD NACIONAL DE  ENTRE RIOS
FACULTAD DE TRABAJO SOCIAL
Maestría  en Trabajo Social





                                                 
Representaciones sociales y prácticas construidas  sobre la “participación” en el campo comunitario,  por Trabajadores/as Sociales de la Provincia de Jujuy




Autor: 
VÍCTOR HUGO MAMANI


Director

SEBASTIÁN OSVALDO BERTUCELLI
Licenciado en Psicología (U.N.C) Experto en Redes Comunitarias
Consultor Temporario de la OMS/OPS
Designado mediante  Resolución  Nro. 073/2010 C.D/FTS/UNER


Paraná, Entre Ríos, Noviembre del 2011



INDICE 

AGRADECIMIENTOS

RESUMEN

INTRODUCCIÓN

CAPITULO I. CUESTIONES METODOLÓGICAS
1. Situación problemática y Planteo del problema
2. Justificación
3. Relevancia Social y Académica
4. Antecedentes y Estado del Arte
5. Encuadre Teórico Conceptual
6. Objetivos de la Investigación
7. Fundamentos Metodológicos
7.1. Construccionismo Social e Investigación
7.2. Tipo de Estudio
7.3. Universo y Escenario
7.4. Unidad de Análisis
7.5. Muestra
7.6. Recolección de Datos
7.7. Análisis de la Información
7.8. Tiempo de Estudio
7.9. Historia Natural de la Investigación.


CAPITULO II.  TRABAJO SOCIAL Y POLÍTICA SOCIAL
1. Una contextualización necesaria
2. Las Políticas Sociales en la Actualidad
3. Los Centros Integradores Comunitarios
4. Las Mesas de Gestión
5. Programa Médicos Comunitarios
6. Presencia de las Políticas Sociales en la Actualidad en la Provincia de Jujuy
7. Programa Médicos Comunitarios en Jujuy
8. Expectativas de los/as Trabajadores/as Sociales en los Planes, Programas y Proyectos Comunitarios
9. Desbordadas/os por la demanda
10. Actividades superpuestas
11. Trabajo en soledad y ¿el equipo interdisciplinario?
12. Planes, Programas y Proyectos. Exigencias Descontextualizadas


CAPITULO III. LA PARTICIPACIÓN. Palabras y significados otorgados.
1. Participación como “que la gente vaya o venga a las reuniones”
2. Participación como Información-Conocimiento-Comunicación
3. Participación como “tener parte y tomar decisiones”


CAPITULO IV. PARTICIPACIÓN Y TRABAJO SOCIAL EN PLANES Y PROGRAMAS COMUNITARIOS.
1. De “arriba hacia abajo” y de “afuera hacia adentro”
2. Intervenciones Turísticas “Por fuera de la cultura popular”
3. Trabajo Comunitario desde afuera. Sin relaciones de confianza
4. Manipular, imponer, usar


CAPITULO V. PARTICIPACIÓN. Modos de generarla.
1. La convocatoria y la reunión. Obsesiones Metodológicas
2. Sobreutilización del taller.

CAPITULO VI. PROCESOS PARTICIPATIVOS. Evaluación-Supervisión
1. ¿Supervisión de procesos participativos? ¡Bien, gracias!
2. Evaluaciones de los procesos participativos

CAPITULO VII. PROCESOS PARTICIPATIVOS Y “LOS POLÍTICOS”
1. Límites y Posibilidades







AGRADECIMIENTOS





Al hombre, maestro y amigo Natalio Kisnerman, que nos señaló la senda del Trabajo Social Construccionista.



A Sebastián Bertucelli, que desde sus experiencias en redes comunitarias por toda la América Profunda, estimula nuevas miradas y prácticas en los espacios locales.



A mi hija Belén Guadalupe, a quien  siempre le deberé tiempo para compartir su crecimiento por el compromiso asumido como Trabajador Social.






RESUMEN

La investigación busca conocer las representaciones sociales y prácticas construidas  sobre la “participación” en el campo comunitario,  por los  Trabajadores/as Sociales de la Provincia de Jujuy. Para ello se recurre al análisis del contenido de los discursos, se identifican actividades profesionales cotidianas, modos de relación con las poblaciones destinatarias de los servicios que se brindan en el marco de planes y programas participativos. De la misma manera se realiza  un análisis aproximado de las estrategias teóricas-metodológicas desplegadas por las/os Trabajadoras/es Sociales entrevistadas/os.
El estudio se encuadra en una metodología cualitativa, exploratoria-descriptiva, pues se intenta nombrar, categorizar y describir una población o conceptualizar una situación o un conjunto de situaciones. Las descripciones son cualitativas con instrumentos no estandarizados y procedimientos abiertos de recolección de información. Según las condiciones y el contexto en el que se realizaron las observaciones, se trata de una investigación observacional.
El trabajo consta de siete capítulos en los que se aborda una contextualización necesaria (Planes y Programas Nacionales) las expectativas profesionales, sus desesperanzas y quejas. También se analizan las condiciones y exigencias de dichos programas, las relaciones construidas con los equipos y la comunidad, las significaciones otorgadas a la participación, como así también las estrategias metodológicas y procedimientos sobre-utilizados por los equipos comunitarios. Además de las instancias evaluativas y de supervisión que se describen, se aborda el problema de “los políticos” como obstáculos a superar, proponiendo finalmente, además de conclusiones, “saltos” o modos  alternativos de ver y hacer Trabajo Social Comunitario.



INTRODUCCION

En el presente estudio se intenta dar a conocer las representaciones sociales y prácticas construidas  sobre la “participación” en el campo comunitario,  por los  Trabajadores/as Sociales de la Provincia de Jujuy. Para ello se recurre al análisis de los discursos, se identifican actividades profesionales cotidianas, modos de relación con las poblaciones destinatarias de los servicios que se brindan en el marco de planes y programas participativos. De la misma manera se realiza un análisis aproximado de las estrategias teóricas-metodológicas desplegadas por las/os colegas entrevistadas/os.
En los últimos cinco años “salir a la comunidad, ir a los barrios” se ha puesto nuevamente “de moda”, ello se deduce de la lectura de los lineamientos, estrategias y procedimientos que se establecen en planes y programas  con impronta comunitaria. Esto conlleva la obsesión de los equipos ejecutores -entre ellos los/as Trabajadores/as Sociales- por la participación comunitaria de “la gente” de los sectores populares. Y es precisamente este nudo problemático el que se intenta develar a partir de los discursos y prácticas de los/as entrevistados/as
Como un modo de encarar el mundo empírico, el estudio se enmarcó en una metodología cualitativa (Eisner y Elliot, 1998; Rodriguez Gomez, G. y otros, 1999; Taylor y Bogdan, 1994). Se trata de una investigación exploratoria-descriptiva, pues se intenta nombrar, categorizar, describir una población o conceptualizar una situación o situaciones. Las descripciones son cualitativas con instrumentos  no estandarizados y procedimientos abiertos de recolección de información. Según las condiciones y el contexto en el que realizamos las observaciones, se trata de una investigación observacional “ya que estas investigaciones se centran en la descripción y/o explicación de fenómenos tal como se presentan en la realidad, tal como se aparecen a la experiencia del investigador. Los hechos serán abordados en su contexto natural, registrando el investigador la información que ofrece el fenómeno” (Yuni-Urbano; 2003, p. 47)
El trabajo está compuesto por siete capítulos. En el primer  capítulo se trata el enfoque epistemológico que se adopta, como así también  la metodología utilizada en el proceso de investigación.
En el segundo, se apela a una contextualización necesaria a los efectos de una mejor comprensión del ejercicio profesional de los/as Trabajadores/as Sociales Comunitarios en el marco de planes y programas nacionales con impronta comunitaria, especialmente aquellos del área salud comunitaria y desarrollo social. Dicha contextualización, permite comprender las expectativas depositadas  por los/as Trabajadores/as en estos planes y programas. Expectativas que no se ven  satisfechas en razón de las características y exigencias descontextualizadas de dichos planes y programas, sobre todo en la instancia de ejecución. Muestra de ello son las permanentes quejas de los/as colegas entrevistadas/os: desbordados por la demanda, trabajo en soledad con ausencia de reales equipos interdisciplinarios, actividades superpuestas.
En el tercer capítulo se deconstruye la palabra “participación” y los significados construidos y otorgados por los/as entrevistados/as; “que la gente vaya, que « esté » y participe”, “que se informe, que tome parte y que tenga parte en la toma de decisiones".
En el cuarto capítulo se  describe e interpreta el modo de relación que construyen estos planes y programas con las comunidades y por ende, con los equipos responsables de la ejecución de sus lineamientos, estrategias y procedimientos en terreno. Se analiza la relación y exigencias que se reproducen en el binomio equipos-comunidad: coacción, presión, imposición, manipulación. Ésta relación equipos-comunidad, contiene intervenciones comunitarias por fuera de la cultura popular y de sus dispositivos comunitarios cotidianos, sin  relaciones de confianza.
En el quinto capítulo se exponen los modos de generar o construir participación en el trabajo comunitario, pasando por las obsesiones metodológicas de la reunión y la convocatoria, hasta llegar a la sobreutilización del “taller” como recurso sobre el cual se deposita  el motor generador de la participación comunitaria.
En el capítulo sexto, se describe e interpreta la presencia de evaluaciones prioritariamente cuantitativas y escasas evaluaciones cualitativas de los procesos participativos. En dicho capítulo  se infiere también la ausencia de procesos de supervisión en terreno.
Finalmente, en el capitulo séptimo se presenta a “los políticos” como uno de los obstáculos no solo  para los/as Trabajadores/as Sociales Comunitarios  en particular sino para los profesionales  de las Ciencias Sociales en general.

Posteriormente, el lector se encontrará con las conclusiones siempre contingentes  y provisorias  como proceso de deconstrucción y construcción. Desde el camino transitado, se visualizan caminos alternativos, que son expuestos de manera sintética por tratarse de un trabajo de próxima publicación.


CONCLUSIONES

¿Cómo cerrar o concluir un estudio que más que respuestas genera interrogantes y debates?
El autor no se esforzará en ello, solo describirá los puntos de llegada del presente estudio, que representan solamente su punto de vista que no es otra cosa que una vista desde un punto, su punto, su posición. Recuerda que  para este estudio situado recorrió puntos geográficos que van desde la región de Quebrada y Puna,  Valles (Capital)  y la Zona de las Yungas, de la Provincia de Jujuy, donde  los/as colegas  desarrollan su ejercicio profesional con impronta comunitaria,  en el marco de planes y programas nacionales y provinciales (Salud y Desarrollo Social). Planes y Programas que según sus lineamientos, estrategias, procedimientos, equipos y dispositivos, de ser puestos en marcha según “el recetario”  (que por cierto plantean una relación arriba-abajo, superior-inferior, fuerte-débil)  debería llegar a buen puerto. De hecho, este tipo de relación que se construye entre equipos planificadores y equipos ejecutores, está lleno de exigencias que estos últimos deben cumplir, imponiendo ritmos y tiempos a las comunidades, exigencias que a modo de bumerang, también afecta a los equipos: exigencias a la distancia de las realidades comunitarias, trabajo en soledad, sin equipos interdisciplinarios, superados por la demanda y con despliegue de acciones superpuestas.
Del estudio emergen representaciones sociales de “la participación” que se traducen en discursos y prácticas como: decir y desplegar acciones para que la gente  “vaya o venga a las reuniones”, donde el ejercicio profesional  de alguna manera “necesita que la gente vaya, venga y participe” de las reuniones en instituciones, que proponen los equipos comunitarios, entre ellos los/as trabajadores/as sociales. No se visualizan alternativas que “se fuguen” de los espacios institucionales, por el contrario “la convocatoria”  constituye la herramienta institucional principal.
Por otro lado se entiende la “participación” como la posibilidad  de que de una vez que logramos la concurrencia de la “comunidad” a los espacios y dispositivos institucionales, deviene la información (informar-informarse) como así también la instancia de conocimiento. A ello se suma que también que “participar” es tomar parte en algo y  sobre todo del proceso de toma de decisiones.
De lo vertido anteriormente se deduce que la “participación” debe ser en la mayoría de los casos, de “ellos/as”, los vecinos, los padres, los adolescentes, las madres embarazadas, la gente, etc., no emerge la posibilidad de que los equipos participen de los planes o programas de vida o dispositivos cooperativos que despliegan las comunidades, buscando satisfacer sus necesidades. No se plantea ¿Cómo hacer los equipos, para participar de los dispositivos comunitarios que vienen aconteciendo?
Otra cuestión que se quiere rescatar del presente estudio es el desarriago comunitario de los equipos y del/la Trabajador/a Social, el trabajo por fuera de la cultura popular, sin procesos  de inserción profunda y construcción de relaciones de confianza, pilar fundamental para un trabajo cooperativo que intente construir situaciones  sociales superadoras.
Mucho menos se identifica en los discursos y en las prácticas de “los equipos comunitarios” el apoyo y participación en iniciativas comunitarias genuinas en movimiento, es decir las soluciones que se están ensayando en el interior de las comunidades. Ello genera otra pregunta ¿no estaremos desconociendo o descalificando las estrategias comunitarias genuinas que emergen sin la iniciativa de equipos foráneos, sin arraigo comunitario?
La reunión y el taller se constituyen en “obsesiones metodológicas”, recursos  sobreutilizados para el trabajo comunitario, sobre los que se depositan el poder de atraer y fomentar la “participación”, ¿qué otras estrategias alternativas son posibles de  utilizar? Participación  que es evaluada  por los equipos de manera cuantitativa “mayor y menor participación”, “mucha participación” en base a la cantidad de personas que “vayan o vengan” a las reuniones, “se informen”, “tomen parte”, “participen del taller”,  respondiendo a la “convocatoria”. En el caso de lograr niveles  esperados de “participación” no se tienen en cuenta en los discursos ni en las prácticas, la posibilidad de  evaluar cualitativamente el proceso por el cual se llega a tales niveles de participación.
Es  menester  señalar  que el proceso participativo que puedan generar los equipos comunitarios  no evidencian acompañamiento o supervisión en terreno, de profesionales de  niveles superiores, por los que muchos equipos “hacen lo que pueden”. Otros equipos reciben asesoramiento y directivas en reuniones esporádicas, fuera de terreno y por internet, constituyéndose en factores obstaculizadores más que favorecedores de las prácticas comunitarias, por estar fuera de sintonía con las realidades comunitarias.
El despliegue profesional de los/as Trabajadores/as Sociales  también  se ve obstaculizado según los discursos,  por “el puntero político” o “el político” quien ejerce un poder en las decisiones y en las acciones que desde las instituciones y comunidades intenten realizarse.
Al igual que Eduardo Balestena, se considera que existe una gran distancia entre lo que sistema  dice que hace, y lo que efectivamente hace en nuestra provincia,  a través de sus equipos comunitarios en relación a la participación comunitaria.  El discurso oral y escrito transita con unos carriles, mientras que las acciones profesionales circulan por otros, no siendo posible generar desde estas operatorias, la tan ansiada “participación comunitaria”
Aunque los estudios cualitativos no contemplan más que una descripción e interpretación  de los objetos de estudio, el autor se permite visibilizar  un camino alternativo para el Trabajo Social Comunitario,  producto de las propias construcciones y experiencias en el campo comunitario (en proceso de publicación)  proponiendo pasajes de:
·         - De las “incursiones turísticas-desarraigadas”  a  “procesos de inserción comunitaria”
·         - De la “Expertés en buscar participación” a un “Trabajo Social Colaborativo-que participe”
·         - De los “Equipos interdisciplinarios” a los “Equipos interculturales” en Trabajo Social Comunitario 
.    - De “Roles Estáticos-Prediseñados” a “Posiciones Estratégicas Dinámicas-Creativas” en Trabajo Social Comunitario.
-          - De la “Super-visión” a la “Co-visión” en Trabajo Social Comunitario
-          - De la obsesión por la “participación” a la posibilidad de “protagonismo social-comunitario”

Dichos pasajes son contemplados como alternativos para la construcción compartida de  procesos de “protagonismo social-comunitario”, como instancia superadora de la tan buscada “participación”, desde un Trabajo Social Colaborativo. (Mamaní, 2009)



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VICTOR HUGO MAMANI Mg. en Trabajo Social (UNER) Lic. en Trabajo Social (UNSE) En Santiago del Estero-Argentina