UNIVERSIDAD NACIONAL DE ENTRE RIOS
FACULTAD
DE TRABAJO SOCIAL
Maestría en Trabajo Social
Representaciones sociales y prácticas
construidas sobre la “participación” en el campo
comunitario, por Trabajadores/as
Sociales de la Provincia
de Jujuy
Autor:
VÍCTOR HUGO MAMANI
Director
SEBASTIÁN OSVALDO BERTUCELLI
Licenciado en Psicología (U.N.C) Experto en Redes
Comunitarias
Consultor Temporario de la OMS/OPS
Designado mediante
Resolución Nro. 073/2010
C.D/FTS/UNER
Paraná,
Entre Ríos, Noviembre del 2011
INDICE
AGRADECIMIENTOS
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
CAPITULO I. CUESTIONES
METODOLÓGICAS
1. Situación problemática y Planteo
del problema
2. Justificación
3. Relevancia Social y Académica
4. Antecedentes y Estado del Arte
5. Encuadre Teórico Conceptual
6. Objetivos de la Investigación
7. Fundamentos Metodológicos
7.1. Construccionismo Social e
Investigación
7.2. Tipo de Estudio
7.3. Universo y Escenario
7.4. Unidad de Análisis
7.5. Muestra
7.6. Recolección de Datos
7.7. Análisis de la Información
7.8. Tiempo de Estudio
7.9. Historia Natural de la Investigación.
CAPITULO II. TRABAJO SOCIAL Y
POLÍTICA SOCIAL
1. Una contextualización necesaria
2. Las Políticas Sociales en la Actualidad
3. Los Centros Integradores
Comunitarios
4. Las Mesas de Gestión
5. Programa Médicos Comunitarios
6. Presencia de las Políticas
Sociales en la Actualidad
en la Provincia
de Jujuy
7. Programa Médicos Comunitarios en
Jujuy
8. Expectativas de los/as
Trabajadores/as Sociales en los Planes, Programas y Proyectos Comunitarios
9. Desbordadas/os por la demanda
10. Actividades superpuestas
11. Trabajo en soledad y ¿el equipo
interdisciplinario?
12. Planes, Programas y Proyectos.
Exigencias Descontextualizadas
CAPITULO III. LA PARTICIPACIÓN. Palabras y significados otorgados.
1. Participación como “que la gente vaya o venga a las reuniones”
2. Participación como
Información-Conocimiento-Comunicación
3. Participación como “tener parte y tomar decisiones”
CAPITULO IV. PARTICIPACIÓN Y TRABAJO SOCIAL EN PLANES Y PROGRAMAS
COMUNITARIOS.
1. De “arriba hacia abajo” y de “afuera
hacia adentro”
2. Intervenciones Turísticas “Por fuera de la cultura popular”
3. Trabajo Comunitario desde afuera.
Sin relaciones de confianza
4. Manipular, imponer, usar
CAPITULO V. PARTICIPACIÓN. Modos de generarla.
1. La convocatoria y la reunión.
Obsesiones Metodológicas
2. Sobreutilización del taller.
CAPITULO VI. PROCESOS PARTICIPATIVOS. Evaluación-Supervisión
1. ¿Supervisión de procesos
participativos? ¡Bien, gracias!
2. Evaluaciones de los procesos
participativos
CAPITULO VII. PROCESOS PARTICIPATIVOS Y “LOS POLÍTICOS”
1. Límites y Posibilidades
AGRADECIMIENTOS
Al hombre,
maestro y amigo Natalio Kisnerman, que nos señaló la senda del Trabajo Social
Construccionista.
A Sebastián
Bertucelli, que desde sus experiencias en redes comunitarias por toda la
América Profunda, estimula nuevas miradas y prácticas en los espacios locales.
A mi hija
Belén Guadalupe, a quien siempre le
deberé tiempo para compartir su crecimiento por el compromiso asumido como
Trabajador Social.
RESUMEN
La investigación busca conocer las
representaciones sociales y prácticas construidas sobre la “participación”
en el campo comunitario, por
los Trabajadores/as Sociales de la Provincia de Jujuy. Para ello se recurre al análisis del
contenido de los discursos, se identifican actividades profesionales
cotidianas, modos de relación con las poblaciones destinatarias de los
servicios que se brindan en el marco de planes y programas participativos. De
la misma manera se realiza un análisis
aproximado de las estrategias teóricas-metodológicas desplegadas por las/os
Trabajadoras/es Sociales entrevistadas/os.
El estudio se encuadra en una metodología
cualitativa, exploratoria-descriptiva, pues se intenta nombrar, categorizar
y describir una población o conceptualizar una situación o un conjunto de situaciones.
Las descripciones son cualitativas con instrumentos no estandarizados y
procedimientos abiertos de recolección de información. Según las condiciones y el
contexto en el que se realizaron las observaciones, se trata de una
investigación observacional.
El trabajo consta de siete capítulos
en los que se aborda una contextualización necesaria (Planes y Programas
Nacionales) las expectativas profesionales, sus desesperanzas y quejas. También
se analizan las condiciones y exigencias de dichos programas, las relaciones
construidas con los equipos y la comunidad, las significaciones otorgadas a la
participación, como así también las estrategias metodológicas y procedimientos
sobre-utilizados por los equipos comunitarios. Además de las instancias evaluativas
y de supervisión que se describen, se aborda el problema de “los políticos” como obstáculos a
superar, proponiendo finalmente, además de conclusiones, “saltos” o modos alternativos
de ver y hacer Trabajo Social Comunitario.
INTRODUCCION
En el presente estudio se intenta dar
a conocer las representaciones sociales y prácticas construidas sobre la “participación”
en el campo comunitario, por
los Trabajadores/as Sociales de la Provincia de Jujuy. Para ello se recurre al análisis de los
discursos, se identifican actividades profesionales cotidianas, modos de
relación con las poblaciones destinatarias de los servicios que se brindan en
el marco de planes y programas participativos. De la misma manera se realiza un
análisis aproximado de las estrategias teóricas-metodológicas desplegadas por
las/os colegas entrevistadas/os.
En los
últimos cinco años “salir a la comunidad,
ir a los barrios” se ha puesto nuevamente “de moda”, ello se deduce de la lectura de los lineamientos,
estrategias y procedimientos que se establecen en planes y programas con impronta comunitaria. Esto conlleva la
obsesión de los equipos ejecutores -entre ellos los/as Trabajadores/as Sociales-
por la participación comunitaria de “la gente” de los sectores populares. Y
es precisamente este nudo problemático el que se intenta develar a partir de
los discursos y prácticas de los/as entrevistados/as
Como un modo de encarar el mundo
empírico, el estudio se enmarcó en una metodología cualitativa (Eisner y
Elliot, 1998; Rodriguez Gomez, G. y otros, 1999; Taylor y Bogdan, 1994). Se trata de una investigación exploratoria-descriptiva, pues se intenta
nombrar, categorizar, describir una población o conceptualizar una situación o
situaciones. Las descripciones son cualitativas con instrumentos no estandarizados y procedimientos abiertos
de recolección de información. Según las condiciones y el contexto en el que
realizamos las observaciones, se trata de una investigación observacional “ya que estas investigaciones se centran en
la descripción y/o explicación de fenómenos tal como se presentan en la
realidad, tal como se aparecen a la experiencia del investigador. Los hechos
serán abordados en su contexto natural, registrando el investigador la
información que ofrece el fenómeno” (Yuni-Urbano;
2003, p. 47)
El trabajo está compuesto por siete
capítulos. En el primer capítulo se
trata el enfoque epistemológico que se adopta, como así también la metodología utilizada en el proceso de
investigación.
En el segundo, se apela a una
contextualización necesaria a los efectos de una mejor comprensión del
ejercicio profesional de los/as Trabajadores/as Sociales Comunitarios en el
marco de planes y programas nacionales con impronta comunitaria, especialmente
aquellos del área salud comunitaria y desarrollo social. Dicha
contextualización, permite comprender las expectativas depositadas por los/as Trabajadores/as en estos planes y
programas. Expectativas que no se ven
satisfechas en razón de las características y exigencias
descontextualizadas de dichos planes y programas, sobre todo en la instancia de
ejecución. Muestra de ello son las permanentes quejas de los/as colegas
entrevistadas/os: desbordados por la demanda, trabajo en soledad con ausencia
de reales equipos interdisciplinarios, actividades superpuestas.
En el tercer capítulo se deconstruye
la palabra “participación” y los
significados construidos y otorgados por los/as entrevistados/as; “que la gente vaya, que « esté » y participe”,
“que se informe, que tome parte y que tenga parte en la toma de decisiones".
En el
cuarto capítulo se describe e interpreta
el modo de relación que construyen estos planes y programas con las comunidades
y por ende, con los equipos responsables de la ejecución de sus lineamientos,
estrategias y procedimientos en terreno. Se analiza la relación y exigencias
que se reproducen en el binomio equipos-comunidad: coacción, presión,
imposición, manipulación. Ésta relación equipos-comunidad, contiene intervenciones
comunitarias por fuera de la cultura popular y de sus dispositivos comunitarios
cotidianos, sin relaciones de confianza.
En el
quinto capítulo se exponen los modos de generar o construir participación en el
trabajo comunitario, pasando por las obsesiones metodológicas de la reunión y
la convocatoria, hasta llegar a la sobreutilización del “taller” como recurso sobre el cual se deposita el motor generador de la participación
comunitaria.
En el capítulo sexto, se describe e
interpreta la presencia de evaluaciones prioritariamente cuantitativas y
escasas evaluaciones cualitativas de los procesos participativos. En dicho
capítulo se infiere también la ausencia
de procesos de supervisión en terreno.
Finalmente, en el capitulo séptimo se
presenta a “los políticos” como uno
de los obstáculos no solo para los/as
Trabajadores/as Sociales Comunitarios en
particular sino para los profesionales de las Ciencias Sociales en general.
Posteriormente, el lector se
encontrará con las conclusiones siempre contingentes y provisorias
como proceso de deconstrucción y construcción. Desde el camino
transitado, se visualizan caminos alternativos, que son expuestos de manera
sintética por tratarse de un trabajo de próxima publicación.
CONCLUSIONES
¿Cómo cerrar o concluir un estudio que más que respuestas genera
interrogantes y debates?
El autor no se esforzará en ello,
solo describirá los puntos de llegada del presente estudio, que representan
solamente su punto de vista que no es otra cosa que una vista desde un punto,
su punto, su posición. Recuerda que para
este estudio situado recorrió puntos geográficos que van desde la región de
Quebrada y Puna, Valles (Capital) y la
Zona de las Yungas, de la Provincia de Jujuy,
donde los/as colegas desarrollan su ejercicio profesional con
impronta comunitaria, en el marco de
planes y programas nacionales y provinciales (Salud y Desarrollo Social).
Planes y Programas que según sus lineamientos, estrategias, procedimientos,
equipos y dispositivos, de ser puestos en marcha según “el recetario” (que por
cierto plantean una relación arriba-abajo, superior-inferior, fuerte-débil) debería llegar a buen puerto. De hecho, este
tipo de relación que se construye entre equipos planificadores y equipos
ejecutores, está lleno de exigencias que estos últimos deben cumplir,
imponiendo ritmos y tiempos a las comunidades, exigencias que a modo de bumerang, también afecta a los equipos:
exigencias a la distancia de las realidades comunitarias, trabajo en soledad,
sin equipos interdisciplinarios, superados por la demanda y con despliegue de
acciones superpuestas.
Del estudio emergen representaciones
sociales de “la participación” que se
traducen en discursos y prácticas como: decir y desplegar acciones para que la
gente “vaya o venga a las reuniones”, donde el ejercicio profesional de alguna manera “necesita que la gente vaya, venga y participe” de las reuniones en
instituciones, que proponen los equipos comunitarios, entre ellos los/as
trabajadores/as sociales. No se visualizan alternativas que “se fuguen” de los espacios
institucionales, por el contrario “la
convocatoria” constituye la
herramienta institucional principal.
Por otro lado se entiende la “participación” como la posibilidad de que de una vez que logramos la
concurrencia de la “comunidad” a los
espacios y dispositivos institucionales, deviene la información
(informar-informarse) como así también la instancia de conocimiento. A ello se
suma que también que “participar” es tomar parte en algo y sobre todo del proceso de toma de decisiones.
De lo vertido anteriormente se deduce
que la “participación” debe ser en la
mayoría de los casos, de “ellos/as”,
los vecinos, los padres, los adolescentes, las madres embarazadas, la gente,
etc., no emerge la posibilidad de que los equipos participen de los planes o
programas de vida o dispositivos cooperativos que despliegan las comunidades,
buscando satisfacer sus necesidades. No se plantea ¿Cómo hacer los equipos, para participar de los dispositivos
comunitarios que vienen aconteciendo?
Otra cuestión que se quiere rescatar
del presente estudio es el desarriago comunitario de los equipos y del/la Trabajador /a Social, el
trabajo por fuera de la cultura popular, sin procesos de inserción profunda y construcción de
relaciones de confianza, pilar fundamental para un trabajo cooperativo que
intente construir situaciones sociales superadoras.
Mucho menos se identifica en los
discursos y en las prácticas de “los equipos
comunitarios” el apoyo y participación en iniciativas comunitarias genuinas
en movimiento, es decir las soluciones que se están ensayando en el interior de
las comunidades. Ello genera otra pregunta ¿no
estaremos desconociendo o descalificando las estrategias comunitarias genuinas
que emergen sin la iniciativa de equipos foráneos, sin arraigo comunitario?
La reunión y el taller se constituyen
en “obsesiones metodológicas”,
recursos sobreutilizados para el trabajo
comunitario, sobre los que se depositan el poder de atraer y fomentar la “participación”, ¿qué otras estrategias alternativas
son posibles de utilizar?
Participación que es evaluada por los equipos de manera cuantitativa “mayor y menor participación”, “mucha participación” en base a la
cantidad de personas que “vayan o vengan”
a las reuniones, “se informen”, “tomen parte”,
“participen del taller”, respondiendo
a la “convocatoria”. En el caso de
lograr niveles esperados de “participación” no se tienen en cuenta
en los discursos ni en las prácticas, la posibilidad de evaluar cualitativamente el proceso por el
cual se llega a tales niveles de participación.
Es
menester señalar que el proceso participativo que puedan
generar los equipos comunitarios no evidencian
acompañamiento o supervisión en terreno, de profesionales de niveles superiores, por los que muchos equipos
“hacen lo que pueden”. Otros equipos
reciben asesoramiento y directivas en reuniones esporádicas, fuera de terreno y
por internet, constituyéndose en factores obstaculizadores más que
favorecedores de las prácticas comunitarias, por estar fuera de sintonía con
las realidades comunitarias.
El despliegue profesional de los/as
Trabajadores/as Sociales también se ve obstaculizado según los discursos, por “el
puntero político” o “el político” quien ejerce un poder en las decisiones y
en las acciones que desde las instituciones y comunidades intenten realizarse.
Al igual que Eduardo Balestena, se
considera que existe una gran distancia entre lo que sistema dice que hace, y lo que efectivamente hace en
nuestra provincia, a través de sus
equipos comunitarios en relación a la participación comunitaria. El discurso oral y escrito transita con unos
carriles, mientras que las acciones profesionales circulan por otros, no siendo
posible generar desde estas operatorias, la tan ansiada “participación comunitaria”
Aunque los estudios cualitativos no
contemplan más que una descripción e interpretación de los objetos de estudio, el autor se
permite visibilizar un camino
alternativo para el Trabajo Social Comunitario, producto de las propias construcciones y
experiencias en el campo comunitario (en proceso de publicación) proponiendo pasajes de:
· - De las “incursiones turísticas-desarraigadas” a “procesos de inserción comunitaria”
· - De la “Expertés en buscar participación” a un “Trabajo Social Colaborativo-que participe”
· - De los “Equipos interdisciplinarios” a los “Equipos interculturales” en Trabajo Social
Comunitario
. - De “Roles Estáticos-Prediseñados” a
“Posiciones Estratégicas Dinámicas-Creativas” en Trabajo Social
Comunitario.
- - De la “Super-visión” a la “Co-visión” en Trabajo
Social Comunitario
- - De la obsesión por la “participación” a la posibilidad de “protagonismo social-comunitario”
Dichos pasajes son contemplados como
alternativos para la construcción compartida de procesos de “protagonismo social-comunitario”, como instancia superadora de la tan
buscada “participación”, desde un Trabajo Social Colaborativo. (Mamaní, 2009)
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