domingo, 30 de junio de 2013


Presentación Libro "Experiencias Clínicas en lo Social". Asociación Apostando a la Vida.
A cargo de Víctor Hugo MAMANI


El encuentro abierto al público en general, se llevó a cabo en el salón de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (U.T.H.G.R.A) cito en calle Benito Bárcena N° 676 barrio centro de nuestra ciudad.

EXPERIENCIAS CLÌNICAS EN LO SOCIAL.Presentación Libro

Presentación libro: “Experiencias Clínicas en lo Social”.
ASOCIACIÓN CIVIL APOSTANDO A LA VIDA”

“EXPERIENCIAS CLÍNICAS EN LO SOCIAL”
UNA MIRADA DESDE EL CONSTRUCCIONISMO SOCIAL

Por Víctor Hugo Mamaní

Al recibir la propuesta, acepté sin dudar, porque conozco la calidad personal y profesional de algunos de sus integrantes con quienes tuve el placer de compartir experiencias de trabajo enriquecedoras y con quienes me une un afecto importante. Dejemos de lado lo subjetivo, ¿se puede?
El texto que hoy presento, constituye la organización de experiencias sistematizadas, de intervención e investigación, donde el lector se encontrará con una pluralidad de enfoques epistemológicos y metodológicos para hacer clínica en lo social o dicho desde otro lugar, incorporar lo social a la clínica.
Al decir de Natalio Kisnerman el texto es “una reunión de conjurados” Conjurados son los que desde diferentes posiciones como refiere Bordieu, acuerdan superar obstáculos, en este caso, son todos aquellos obstáculos individuales, familiares, institucionales, contextuales que se oponen al deseo y placer de vivir, utilizando palabras de Ramiro Martín Rojas.
Volviendo a lo social, no hay terreno más difuso que el de lo social. Originado el concepto en el latin socialis alude a lo que se dice respecto a la sociedad o a la relación entre seres humanos. Algo es social cuando está inserto, anudado, en algún tipo de relaciones. Lo social emerge cuando se constituye un nudo de significados compartidos entre varios sujetos. Es ese fondo de significados – dice Tomás Ibáñez- el que permite a los sujetos investir a los objetos con una serie de propiedades que no se poseen de por sí, sino que son construidas conjuntamente a través de la comunicación. Berger y Luckmann dirían construidas socialmente. Lo social se ubica no en las personas ni fuera de ellas, sino entre las personas, en el espacio de significados del que participan o que construyen conjuntamente. En este espacio se construye la vida social. Por ello no hay que confundir lo social con lo colectivo. Lo social dice Kisnerman, alude a la naturaleza de las relaciones mientras que lo colectivo a la cantidad, al conjunto de personas involucradas o afectadas por algo.
Lo social es una construcción humana que se modifica a través del tiempo. Somos seres sociales en el lenguaje y este permite construir una red de interacciones entre las personas, que sustentan lo social. Es proceso y producto, por lo tanto su naturaleza es histórica, propia de una cultura y una sociedad. Y es también la necesidad biológica de vivir en compañía, de estar con los otros”

Vamos al texto, el lector se encontrará con “Las dos alas de la Mariposa” Una experiencia de trabajo en red entre “Apostando a la Vida” Asociación Civil y la Institución Escolar “San Francisco de Alava” ambas situadas en el Departamento. Dr. Manuel Belgrano de nuestra provincia. Se trata de una experiencia con niños con problemas de aprendizajes y problemas de conductas, de cuya primera lectura de la situación, emerge o al menos yo infiero una mirada holística. Mirada donde los autores afirman con contundencia que las causales de estos “problemas” no solo se asentarían en la constitución subjetiva de los niños, sino que miran críticamente la institución escolar y su propuesta didáctica, las configuraciones familiares y al contexto social. Un avance importante al menos de lo poco que conozco de la clínica tradicional, centrada solo en la subjetividad-individualidad. ¿Cómo abordar esta complejidad social descripta? Cómo abordar estas configuraciones relacionales entre sujeto-institución escolar, sujeto y su configuración familiar, sujeto y contexto social?
Los autores describen un abanico de posibilidades al decir de Gergen, dos talleres de biodanza para maestros, tratamiento psicológico para niños. Y luego de una re-lectura exhaustiva de corte cuantitativo y cualitativo de la situación, proponen un trabajo articulado: el proyecto de Arte e Inclusión Social: “Las dos alas de la Mariposa” a cargo de la directora de teatro María del Carmen Sánchez, el grupo de Investigación Teatral SAGA. Este proyecto recibió del Fondo Nacional de las Artes una beca para su desarrollo. A partir de aquí, mascarones, murales, captaron rápidamente la atención de los estudiantes, hasta sorprendió la directora con un “al fin algo bueno en la escuela” ¿será tan así? ¿no era la institución educativa la que estaba puesta en cuestión? Y ahora una de sus representantes nos da el APROBADO? Y si es así como ella dice, “al fin algo bueno en la escuela” “estamos en el horno con la educación pública, sus directivos y docentes, de la propuesta didáctica ni hablar” diría Sebastián Bertucelli. Un avance importante evidencia la acción articulada, cuando los autores refieren que lograron en los niños calificados como “problemáticos”un modo diferente de relacionarse con los demás. Exponen que con el proyecto se logro la captación de los niños (sabemos de lo que el arte es capaz), de la directora y la posibilidad de apertura en “la publicidad en el ámbito docente”, resta como desafío en esta tarea inacabada como bien expresan los autores, operar intensamente en lo institucional, desde y con las configuraciones familiares, desde y en el contexto social. Caso contrario estaremos transitando un camino que considera dichas configuraciones para las lecturas diagnósticas y las ignora en la práctica social misma.
Seguidamente nos encontramos con una experiencia comunitaria y clínica como la denominan sus autores y constituye un abordaje interdisciplinario ante la demanda de contención por suicidio, en el Barrio Bajo Éxodo, de nuestra Capital. La experiencia se hace predominantemente desde la Psicología Social Pichoniana. Se trata de una experiencia barrial donde desarrollan un proceso de inserción y construcción de relaciones de confianza acoplándose a lo que el pueblo viene haciendo, Bertucelli diría dispositivos de cooperación y búsquedas de bienestar existentes, antes de las llegadas de los equipos de salud. Las autoras toman de Bertucelli “el acople funcional” a tales dispositivos, nosotros desde el construccionismo lo llamamos “ensamble en movimiento” a sus estrategias y sus saberes populares puestos en acción para resolver las dificultades que la vida cotidiana presenta. A partir de allí construyeron un dispositivo valioso de trabajo con la gente, en término de lazos afectivos, redes sociales significativas, que les permitió realizar intervenciones en salud mental apropiadas y pertinentes, que trascendieron los muros de la Asociación. Ejercitando otras formas, alternativas, de atención en urgencias.
Desde su experiencia en terreno, desde la vivencia cotidiana y recordando a Mario Testa, las autoras ubican una vez más en el banquillo de los acusados a nuestro sistema de salud y el paradigma médico hegemónico, la ideología sanitaria biologicista de corte individual, que más allá de discursos comunitarios armados-se manifiestan grotescamente en las prácticas barriales. Las autoras reconocen que hay un antes y un después, luego de su encuentro con nuestro poderoso pueblo, pues al decir de Rodolfo Kusch, desarrollaron el “Estar Siendo” con otros. Aquellos otros a quienes llegamos, partiendo de las instituciones para “enseñarles a vivir mejor” y terminamos aprendiendo de ellos. Aprender del pueblo, de sus estrategias, de lo que saben, y co-construir dispositivos de trabajo desde equipos interculturales, superadores de los interdisciplinarios se constituye en el horizonte de esta experiencia.
En la Escuela y el deseo de vivir, encontramos reflexiones profundas sobre el papel de la escuela y connota, por lo que pude inferir, una mirada relacional en sus primeros párrafos.El autor interpela los discursos preventivistas otorgados a la institución escolar, enmarcados también en la ideología del higienismo. Asimismo se ocupa del discurso amo que sostiene a la escuela como institución contenedora, y como consecuencia, el vaciamiento de la función educativa de la escuela. En la cultura andina, sabemos que la educación está en el hogar, la instrucción en la escuela, la información predominantemente en el afuera (medios).
El trabajo desde mi humilde lectura nos lleva a reflexionar en la importante posibilidad de – en palabras de Tizio, Hebe: reinventar el vínculo educativo.
La Intervención del Psicólogo de Organismos de Salud Mental ante intentos de suicidios de adolescentes. Perspectiva desde la Teoría Psicoanalítica. La autora, desde la clínica psicoanalítica-nos informa de su marco conceptual donde aborda las diferentes concepciones de suicidio, urgencia, adolescencia, crisis, su definición y cómo se presenta en la adolescencia. Describe los modos de actuar en los intentos de suicidio en adolescentes y a la vez nos ilustra sobre los modelos de lectura de dichos actos y pasajes al acto, desde el modelo de comprensión clínica y fenomenológica” En el “modelo de comprensión psicoanalítica”, enunciado menciona también el acting out.

Si bien la autora refiere que el objetivo del trabajo es analizar la práctica de los profesionales de la salud mental que desarrollan sus tareas en Instituciones Públicas de San Salvador de Jujuy teniendo en cuenta sus perspectivas clínicas, en el abordaje del intento del suicidio en adolescentes así como el modo de abordaje, no se visualiza el análisis de prácticas de profesionales jujeños en el campo mencionado. Sin embargo en su trabajo, recorre diversos autores y bibliografía específica Daniel Paola (1994), Marcelli y colab.(1986), Carlos Martínez (2007), Barea y colab. (1994) Javier Garmendia (2004), Elena Yeyati (2004) que brindan orientaciones para actuar profesionalmente ante el suicidio, la urgencia, sobre la escucha y sobre todo la construcción o creación en palabras de la autora de “esquemas de acción” como diversos modos de categorización clínica así como a la aplicación de guías de medicación, modos de derivación, consultas jurídicas, abordajes del paciente y familiares así como los criterios de internación. Busca con las entrevistas llegar a una decisión en función de supuestos extraídos de la palabra del adolescente y sus allegados lo cual resulta una pieza fundamental para poder cerrar el presunto diagnóstico.

En “Espejos del Alma”, Mariana Villafañe nos introduce con los aportes de la teoría de los grupos y del psicoanálisis en el cautivante mundo del trabajo grupal centrado en una tarea de “Aprender a sobrellevar con dignidad el inmenso dolor que nos causa la muerte de un ser amado… aceptar el hecho del suicidio ocurrido que no se da sin la búsqueda de otros sentidos a la vida de quienes sobrevivimos…” No se trata de curar -nos dice- menos de eliminar lo ineliminable, sino de ofrecer un espacio para el intercambio y el lazo social, en un movimiento particular en que cada cual pueda encontrar, y si se encuentra es porque se decidió a la búsqueda y creación de algo que ancle nuevamente la existencia, algo que cause el deseo de seguir viviendo.
La tarea del grupo, es afrontar el problema contando con la red de apoyo que se gesta espontánea y activamente en el mismo, fortalecer las ya existentes, familiares, amigos, como también otros grupos y/o instituciones.
Es por ello que el grupo ha desarrollado acciones tendientes a establecer redes sociales y promover el espacio de trabajo: actividades como talleres de reflexión, recreación, cine-debate, todos gratuitos y abiertos a la comunidad en general, como también reuniones con otros grupos terapéuticos que se encuentran funcionando en la provincia. La autora postula la reconstrucción, el fortalecimiento del lazo social como principal estrategia de trabajo.
La sociedad está intrínsecamente fragmentada quizás usando palabras de Robert Castel y su Metamorfosis de la Cuestión Social, en diversos lazos sociales, no habría un único modo de establecer lazos sino diversos modos de vinculación, tantos como subjetividades existen. 

Finalmente Raúl Arguello y su equipo de investigación nos presentan el perfil de las personas que realizan intentos de suicidio y de las que tienen ideación suicida en el marco de las entrevistas de admisión en el segundo semestre del año 2008 en La Asociación Apostando a la Vida. Ello a partir de un análisis retrospectivo de las fichas clínicas tomadas en las entrevistas de admisión en el período del segundo semestre del año 2008.
A partir de los resultados obtenidos, rescatan el valor de la consulta y el subsiguiente tratamiento como de gran valor profiláctico, considerando la intervención oportuna para romper con el ciclo tensión ansiedad, duda y posible pasaje al acto suicida. Valoran también la red de derivación establecida especialmente con los programas de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de la Provincia de Jujuy y otras instituciones del medio.

Leer esta sistematización, significó leer fundamentalmente procesos, procesos plenos de tensiones como sus autores lo expresan con toda claridad, tensiones personales y profesionales. Lo social está lleno de tensiones.


Mi maestro Natalio Kisnerman, decía que escribir un libro es un acto de fe, y concordamos con él, y que sistematizar es contribuir desde la práctica profesional recuperada de manera crítica y reflexiva, a la construcción de nuevos conocimientos, que contribuirán sin dudas a nuevas prácticas, en nuevos contextos.


“En este sentido el texto que acabo de presentar desde mi mirada se constituye en un valioso aporte a las profesiones que operamos o decimos que operamos en lo social, texto que no puede dejar de ser leído
.

Muchas Gracias.


09 de Marzo,2011. Jujuy-Argentina

REPRESENTACIONES SOCIALES Y PRACTICAS CONSTRUIDAS SOBRE LA PARTICIPACIÓN EN EL CAMPO COMUNITARIO



UNIVERSIDAD NACIONAL DE  ENTRE RIOS
FACULTAD DE TRABAJO SOCIAL
Maestría  en Trabajo Social





                                                 
Representaciones sociales y prácticas construidas  sobre la “participación” en el campo comunitario,  por Trabajadores/as Sociales de la Provincia de Jujuy




Autor: 
VÍCTOR HUGO MAMANI


Director

SEBASTIÁN OSVALDO BERTUCELLI
Licenciado en Psicología (U.N.C) Experto en Redes Comunitarias
Consultor Temporario de la OMS/OPS
Designado mediante  Resolución  Nro. 073/2010 C.D/FTS/UNER


Paraná, Entre Ríos, Noviembre del 2011



INDICE 

AGRADECIMIENTOS

RESUMEN

INTRODUCCIÓN

CAPITULO I. CUESTIONES METODOLÓGICAS
1. Situación problemática y Planteo del problema
2. Justificación
3. Relevancia Social y Académica
4. Antecedentes y Estado del Arte
5. Encuadre Teórico Conceptual
6. Objetivos de la Investigación
7. Fundamentos Metodológicos
7.1. Construccionismo Social e Investigación
7.2. Tipo de Estudio
7.3. Universo y Escenario
7.4. Unidad de Análisis
7.5. Muestra
7.6. Recolección de Datos
7.7. Análisis de la Información
7.8. Tiempo de Estudio
7.9. Historia Natural de la Investigación.


CAPITULO II.  TRABAJO SOCIAL Y POLÍTICA SOCIAL
1. Una contextualización necesaria
2. Las Políticas Sociales en la Actualidad
3. Los Centros Integradores Comunitarios
4. Las Mesas de Gestión
5. Programa Médicos Comunitarios
6. Presencia de las Políticas Sociales en la Actualidad en la Provincia de Jujuy
7. Programa Médicos Comunitarios en Jujuy
8. Expectativas de los/as Trabajadores/as Sociales en los Planes, Programas y Proyectos Comunitarios
9. Desbordadas/os por la demanda
10. Actividades superpuestas
11. Trabajo en soledad y ¿el equipo interdisciplinario?
12. Planes, Programas y Proyectos. Exigencias Descontextualizadas


CAPITULO III. LA PARTICIPACIÓN. Palabras y significados otorgados.
1. Participación como “que la gente vaya o venga a las reuniones”
2. Participación como Información-Conocimiento-Comunicación
3. Participación como “tener parte y tomar decisiones”


CAPITULO IV. PARTICIPACIÓN Y TRABAJO SOCIAL EN PLANES Y PROGRAMAS COMUNITARIOS.
1. De “arriba hacia abajo” y de “afuera hacia adentro”
2. Intervenciones Turísticas “Por fuera de la cultura popular”
3. Trabajo Comunitario desde afuera. Sin relaciones de confianza
4. Manipular, imponer, usar


CAPITULO V. PARTICIPACIÓN. Modos de generarla.
1. La convocatoria y la reunión. Obsesiones Metodológicas
2. Sobreutilización del taller.

CAPITULO VI. PROCESOS PARTICIPATIVOS. Evaluación-Supervisión
1. ¿Supervisión de procesos participativos? ¡Bien, gracias!
2. Evaluaciones de los procesos participativos

CAPITULO VII. PROCESOS PARTICIPATIVOS Y “LOS POLÍTICOS”
1. Límites y Posibilidades







AGRADECIMIENTOS





Al hombre, maestro y amigo Natalio Kisnerman, que nos señaló la senda del Trabajo Social Construccionista.



A Sebastián Bertucelli, que desde sus experiencias en redes comunitarias por toda la América Profunda, estimula nuevas miradas y prácticas en los espacios locales.



A mi hija Belén Guadalupe, a quien  siempre le deberé tiempo para compartir su crecimiento por el compromiso asumido como Trabajador Social.






RESUMEN

La investigación busca conocer las representaciones sociales y prácticas construidas  sobre la “participación” en el campo comunitario,  por los  Trabajadores/as Sociales de la Provincia de Jujuy. Para ello se recurre al análisis del contenido de los discursos, se identifican actividades profesionales cotidianas, modos de relación con las poblaciones destinatarias de los servicios que se brindan en el marco de planes y programas participativos. De la misma manera se realiza  un análisis aproximado de las estrategias teóricas-metodológicas desplegadas por las/os Trabajadoras/es Sociales entrevistadas/os.
El estudio se encuadra en una metodología cualitativa, exploratoria-descriptiva, pues se intenta nombrar, categorizar y describir una población o conceptualizar una situación o un conjunto de situaciones. Las descripciones son cualitativas con instrumentos no estandarizados y procedimientos abiertos de recolección de información. Según las condiciones y el contexto en el que se realizaron las observaciones, se trata de una investigación observacional.
El trabajo consta de siete capítulos en los que se aborda una contextualización necesaria (Planes y Programas Nacionales) las expectativas profesionales, sus desesperanzas y quejas. También se analizan las condiciones y exigencias de dichos programas, las relaciones construidas con los equipos y la comunidad, las significaciones otorgadas a la participación, como así también las estrategias metodológicas y procedimientos sobre-utilizados por los equipos comunitarios. Además de las instancias evaluativas y de supervisión que se describen, se aborda el problema de “los políticos” como obstáculos a superar, proponiendo finalmente, además de conclusiones, “saltos” o modos  alternativos de ver y hacer Trabajo Social Comunitario.



INTRODUCCION

En el presente estudio se intenta dar a conocer las representaciones sociales y prácticas construidas  sobre la “participación” en el campo comunitario,  por los  Trabajadores/as Sociales de la Provincia de Jujuy. Para ello se recurre al análisis de los discursos, se identifican actividades profesionales cotidianas, modos de relación con las poblaciones destinatarias de los servicios que se brindan en el marco de planes y programas participativos. De la misma manera se realiza un análisis aproximado de las estrategias teóricas-metodológicas desplegadas por las/os colegas entrevistadas/os.
En los últimos cinco años “salir a la comunidad, ir a los barrios” se ha puesto nuevamente “de moda”, ello se deduce de la lectura de los lineamientos, estrategias y procedimientos que se establecen en planes y programas  con impronta comunitaria. Esto conlleva la obsesión de los equipos ejecutores -entre ellos los/as Trabajadores/as Sociales- por la participación comunitaria de “la gente” de los sectores populares. Y es precisamente este nudo problemático el que se intenta develar a partir de los discursos y prácticas de los/as entrevistados/as
Como un modo de encarar el mundo empírico, el estudio se enmarcó en una metodología cualitativa (Eisner y Elliot, 1998; Rodriguez Gomez, G. y otros, 1999; Taylor y Bogdan, 1994). Se trata de una investigación exploratoria-descriptiva, pues se intenta nombrar, categorizar, describir una población o conceptualizar una situación o situaciones. Las descripciones son cualitativas con instrumentos  no estandarizados y procedimientos abiertos de recolección de información. Según las condiciones y el contexto en el que realizamos las observaciones, se trata de una investigación observacional “ya que estas investigaciones se centran en la descripción y/o explicación de fenómenos tal como se presentan en la realidad, tal como se aparecen a la experiencia del investigador. Los hechos serán abordados en su contexto natural, registrando el investigador la información que ofrece el fenómeno” (Yuni-Urbano; 2003, p. 47)
El trabajo está compuesto por siete capítulos. En el primer  capítulo se trata el enfoque epistemológico que se adopta, como así también  la metodología utilizada en el proceso de investigación.
En el segundo, se apela a una contextualización necesaria a los efectos de una mejor comprensión del ejercicio profesional de los/as Trabajadores/as Sociales Comunitarios en el marco de planes y programas nacionales con impronta comunitaria, especialmente aquellos del área salud comunitaria y desarrollo social. Dicha contextualización, permite comprender las expectativas depositadas  por los/as Trabajadores/as en estos planes y programas. Expectativas que no se ven  satisfechas en razón de las características y exigencias descontextualizadas de dichos planes y programas, sobre todo en la instancia de ejecución. Muestra de ello son las permanentes quejas de los/as colegas entrevistadas/os: desbordados por la demanda, trabajo en soledad con ausencia de reales equipos interdisciplinarios, actividades superpuestas.
En el tercer capítulo se deconstruye la palabra “participación” y los significados construidos y otorgados por los/as entrevistados/as; “que la gente vaya, que « esté » y participe”, “que se informe, que tome parte y que tenga parte en la toma de decisiones".
En el cuarto capítulo se  describe e interpreta el modo de relación que construyen estos planes y programas con las comunidades y por ende, con los equipos responsables de la ejecución de sus lineamientos, estrategias y procedimientos en terreno. Se analiza la relación y exigencias que se reproducen en el binomio equipos-comunidad: coacción, presión, imposición, manipulación. Ésta relación equipos-comunidad, contiene intervenciones comunitarias por fuera de la cultura popular y de sus dispositivos comunitarios cotidianos, sin  relaciones de confianza.
En el quinto capítulo se exponen los modos de generar o construir participación en el trabajo comunitario, pasando por las obsesiones metodológicas de la reunión y la convocatoria, hasta llegar a la sobreutilización del “taller” como recurso sobre el cual se deposita  el motor generador de la participación comunitaria.
En el capítulo sexto, se describe e interpreta la presencia de evaluaciones prioritariamente cuantitativas y escasas evaluaciones cualitativas de los procesos participativos. En dicho capítulo  se infiere también la ausencia de procesos de supervisión en terreno.
Finalmente, en el capitulo séptimo se presenta a “los políticos” como uno de los obstáculos no solo  para los/as Trabajadores/as Sociales Comunitarios  en particular sino para los profesionales  de las Ciencias Sociales en general.

Posteriormente, el lector se encontrará con las conclusiones siempre contingentes  y provisorias  como proceso de deconstrucción y construcción. Desde el camino transitado, se visualizan caminos alternativos, que son expuestos de manera sintética por tratarse de un trabajo de próxima publicación.


CONCLUSIONES

¿Cómo cerrar o concluir un estudio que más que respuestas genera interrogantes y debates?
El autor no se esforzará en ello, solo describirá los puntos de llegada del presente estudio, que representan solamente su punto de vista que no es otra cosa que una vista desde un punto, su punto, su posición. Recuerda que  para este estudio situado recorrió puntos geográficos que van desde la región de Quebrada y Puna,  Valles (Capital)  y la Zona de las Yungas, de la Provincia de Jujuy, donde  los/as colegas  desarrollan su ejercicio profesional con impronta comunitaria,  en el marco de planes y programas nacionales y provinciales (Salud y Desarrollo Social). Planes y Programas que según sus lineamientos, estrategias, procedimientos, equipos y dispositivos, de ser puestos en marcha según “el recetario”  (que por cierto plantean una relación arriba-abajo, superior-inferior, fuerte-débil)  debería llegar a buen puerto. De hecho, este tipo de relación que se construye entre equipos planificadores y equipos ejecutores, está lleno de exigencias que estos últimos deben cumplir, imponiendo ritmos y tiempos a las comunidades, exigencias que a modo de bumerang, también afecta a los equipos: exigencias a la distancia de las realidades comunitarias, trabajo en soledad, sin equipos interdisciplinarios, superados por la demanda y con despliegue de acciones superpuestas.
Del estudio emergen representaciones sociales de “la participación” que se traducen en discursos y prácticas como: decir y desplegar acciones para que la gente  “vaya o venga a las reuniones”, donde el ejercicio profesional  de alguna manera “necesita que la gente vaya, venga y participe” de las reuniones en instituciones, que proponen los equipos comunitarios, entre ellos los/as trabajadores/as sociales. No se visualizan alternativas que “se fuguen” de los espacios institucionales, por el contrario “la convocatoria”  constituye la herramienta institucional principal.
Por otro lado se entiende la “participación” como la posibilidad  de que de una vez que logramos la concurrencia de la “comunidad” a los espacios y dispositivos institucionales, deviene la información (informar-informarse) como así también la instancia de conocimiento. A ello se suma que también que “participar” es tomar parte en algo y  sobre todo del proceso de toma de decisiones.
De lo vertido anteriormente se deduce que la “participación” debe ser en la mayoría de los casos, de “ellos/as”, los vecinos, los padres, los adolescentes, las madres embarazadas, la gente, etc., no emerge la posibilidad de que los equipos participen de los planes o programas de vida o dispositivos cooperativos que despliegan las comunidades, buscando satisfacer sus necesidades. No se plantea ¿Cómo hacer los equipos, para participar de los dispositivos comunitarios que vienen aconteciendo?
Otra cuestión que se quiere rescatar del presente estudio es el desarriago comunitario de los equipos y del/la Trabajador/a Social, el trabajo por fuera de la cultura popular, sin procesos  de inserción profunda y construcción de relaciones de confianza, pilar fundamental para un trabajo cooperativo que intente construir situaciones  sociales superadoras.
Mucho menos se identifica en los discursos y en las prácticas de “los equipos comunitarios” el apoyo y participación en iniciativas comunitarias genuinas en movimiento, es decir las soluciones que se están ensayando en el interior de las comunidades. Ello genera otra pregunta ¿no estaremos desconociendo o descalificando las estrategias comunitarias genuinas que emergen sin la iniciativa de equipos foráneos, sin arraigo comunitario?
La reunión y el taller se constituyen en “obsesiones metodológicas”, recursos  sobreutilizados para el trabajo comunitario, sobre los que se depositan el poder de atraer y fomentar la “participación”, ¿qué otras estrategias alternativas son posibles de  utilizar? Participación  que es evaluada  por los equipos de manera cuantitativa “mayor y menor participación”, “mucha participación” en base a la cantidad de personas que “vayan o vengan” a las reuniones, “se informen”, “tomen parte”, “participen del taller”,  respondiendo a la “convocatoria”. En el caso de lograr niveles  esperados de “participación” no se tienen en cuenta en los discursos ni en las prácticas, la posibilidad de  evaluar cualitativamente el proceso por el cual se llega a tales niveles de participación.
Es  menester  señalar  que el proceso participativo que puedan generar los equipos comunitarios  no evidencian acompañamiento o supervisión en terreno, de profesionales de  niveles superiores, por los que muchos equipos “hacen lo que pueden”. Otros equipos reciben asesoramiento y directivas en reuniones esporádicas, fuera de terreno y por internet, constituyéndose en factores obstaculizadores más que favorecedores de las prácticas comunitarias, por estar fuera de sintonía con las realidades comunitarias.
El despliegue profesional de los/as Trabajadores/as Sociales  también  se ve obstaculizado según los discursos,  por “el puntero político” o “el político” quien ejerce un poder en las decisiones y en las acciones que desde las instituciones y comunidades intenten realizarse.
Al igual que Eduardo Balestena, se considera que existe una gran distancia entre lo que sistema  dice que hace, y lo que efectivamente hace en nuestra provincia,  a través de sus equipos comunitarios en relación a la participación comunitaria.  El discurso oral y escrito transita con unos carriles, mientras que las acciones profesionales circulan por otros, no siendo posible generar desde estas operatorias, la tan ansiada “participación comunitaria”
Aunque los estudios cualitativos no contemplan más que una descripción e interpretación  de los objetos de estudio, el autor se permite visibilizar  un camino alternativo para el Trabajo Social Comunitario,  producto de las propias construcciones y experiencias en el campo comunitario (en proceso de publicación)  proponiendo pasajes de:
·         - De las “incursiones turísticas-desarraigadas”  a  “procesos de inserción comunitaria”
·         - De la “Expertés en buscar participación” a un “Trabajo Social Colaborativo-que participe”
·         - De los “Equipos interdisciplinarios” a los “Equipos interculturales” en Trabajo Social Comunitario 
.    - De “Roles Estáticos-Prediseñados” a “Posiciones Estratégicas Dinámicas-Creativas” en Trabajo Social Comunitario.
-          - De la “Super-visión” a la “Co-visión” en Trabajo Social Comunitario
-          - De la obsesión por la “participación” a la posibilidad de “protagonismo social-comunitario”

Dichos pasajes son contemplados como alternativos para la construcción compartida de  procesos de “protagonismo social-comunitario”, como instancia superadora de la tan buscada “participación”, desde un Trabajo Social Colaborativo. (Mamaní, 2009)





Víctor Hugo MAMANI- Sebastián Osvaldo BERTUCELLI
Seminario de Redes Comunitarias
Aula Magna de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales
Universidad Nacional de Jujuy (Jujuy, 2011)
Organizado por el Centro de Estudios  Socioculturales Jakasiña (Jujuy)

Víctor Hugo MAMANI- Belén Guadalupe MAMANI-Sebastián BERTUCELLI 
(Jujuy, 2008)

¡IMPERDIBLE!!! ENTREVISTA A SEBASTIAN BERTUCELLI.

ENTREVISTA AL LIC. SEBASTIÁN BERTUCELLI (SB)
(Psicólogo, Psicoterapeuta, Experto en Redes Comunitarias)[1]


El Ritual de la Conquista

"Pero si observamos la coherencia con que nos articulamos a esta secuencia (de hacer una casa en la casa del otro) nos damos cuenta que, sin acepción de personas o de supuestas diferencias teóricas, participamos de un acuerdo ideológico fundamental a la hora de operar: una vez en la zona, continuamos recreando un antiguo ritual de visitas institucionales en las poblaciones latinoamericanas."
"Volver con el botín...
Generalmente esta vieja y repetida aproximación ritual, esta visita a las poblaciones nativas, culmina con el retorno del agente a su sociedad de origen, a su clase de referencia, llevando en sus manos el fruto de la conquista. Estas aproximaciones institucionales típicas que abarcan desde las prácticas universitarias hasta las de los profesionales con permanencia desarraigada en el lugar, generan una gran variedad de beneficios, uno de ellos, el de la obtención de conocimiento para optar a publicaciones en el ámbito de las ciencias sociales. (...)
En síntesis, las estrategias institucionalizadas, que se justifican desde un diagnóstico estático que muestran sólo la dimensión enferma o carente de una población, tienden a construir una casa en la casa de los contribuyentes, supuestos beneficiarios del servicio, para luego atraerlos a ella y tratar de imponer allí sus reglas en una búsqueda de progresiva sustitución de la vida cotidiana”.

Estas citas fueron tomadas del artículo "Centros de Acción Comunitaria, una nueva y antigua estrategia institucional para generar políticas sociales", del Licenciado Sebastián Bertucelli, publicada en la Revista Científica del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba a principios de 1997.
Interesados por la problemática que entendemos muy arraigada a nuestra actividad académica y profesional, nos acercamos al Lic. Bertucelli para profundizar lo que él denomina "El Ritual de la Conquista".


-LF: Partiendo de estas citas, ¿cuál es el origen preciso de este ritual?
-SB: Esta actitud viene desde la Conquista donde comienzan a institucionalizarse, por ejemplo los reduschere (las reducciones) que querían decir "volver a conducir de nuevo". Fue un método en aquellos momentos utilizado por Jesuitas, Franciscanos y otros, pero hoy en día es un ritual, que es repetitivo y enfermo. Esto porque no hay aprendizaje, se repite mecánicamente sin que ningún profesional reflexione sobre lo que hace. Me impresiona que los psicólogos no pongan encima de la mesa este ritual para revisarlo.
Cuando hablo de ritual, vamos a decir que se trata de un conjunto de actos articulados que corresponden a un mito. Ustedes van a ver en cualquier lugar que vayan que en forma unánime, como si fuera natural, hacen eso que está planteado en el artículo a que ustedes hacen referencia.
Es como natural traer a su casa, hacer la casa en la casa de los otros. Convocan su casa profesional porque a ellos los hace sentir más seguros. El profesional confunde el espacio de habitualidad de él con el espacio de la gente.
Esto es un tema gravísimo en término de conocimiento. Una cosa es ver a una persona o al discurso de una persona en un grupo institucional y otra cosa es ver el discurso de una persona cuando ella te recibe en su casa, en su medio ambiente, en su hábitat. No tiene nada que ver el contexto en que se dan los discursos y por lo tanto la significación que tienen los mismos.
Cuando se va al domicilio de la gente uno descubre recursos terapéuticos que son muy difíciles de individualizar, de detectar en los consultorios institucionales y menos con profesionales no entrenados en la búsqueda de esos recursos. Porque los profesionales nuestros están entrenados para sentenciar pacientes, no para diagnosticar, entendiendo por diagnóstico que es tomar contacto con el problema y las soluciones que porta toda persona, todo sistema humano, toda población. Si tomamos un barrio por ejemplo de "Las Violetas", no todos son violentos. Se puede trabajar con los saludables para entrar a los más dificultosos. El problema está en que dichos profesionales no están entrenados para descubrir recursos saludables en las personas y en las poblaciones.
Ustedes imaginen un discurso en un consultorio en espera: Viene la gente con una demanda concreta para que se lo ayude, pero se aborda únicamente desde la patología, de lo que no puede, desde lo carente. Y a partir de allí se elaboran sentencias desde las cuales se va signando a la gente sin posibilidad de ver los recursos que ellos exportan y traen. Porque para ver esos recursos hay que ir al terreno, hay que ver al hombre en el conjunto de la población. En la interacción entre las familias se crean los recursos, se podría decir: dentro de la física poblacional, como diría Prigogine.
-LF: Pareciese también, como se desprende del artículo, que se suele ir al terreno para crear la demanda.
-SB: Así es, no se va de visita. Nosotros hacíamos eso de ir siendo dueño de casa en la casa del Otro. Cuando uno va de visita, se va al Otro, el visitante va pidiendo permiso, sabiendo que va a otro ámbito en el cual alguien lo recibe, y por lo tanto tiene el poder de hacerlo o no.
Ahora nosotros no vamos de visita a ningún lado, no sabemos de esto, por eso uno de los entrenamientos esenciales en Psicología Comunitaria es que se aprenda a visitar y salir de la entrevista institucional.
Aprender a visitar es un arte delicadísimo, de un alto nivel de complejidad, no cualquiera se va de visita domiciliaria.
-LF: ¿Qué implicaría una visita domiciliaria?
-SB: Implica que el otro es "local", yo soy "visitante". Significa que el otro tiene el poder; él tiene la llave de ingreso, de entrada. Cuando él viene a mi consultorio, yo tengo el poder. Y aunque es cierto que hay terapeutas que luchan por que esto no pase en sus consultorios, hay una cosa elemental que es insalvable, están en su casa.
-LF: A nivel de encuadres, de relación sujeto-objeto, esto que estamos diciendo ¿implicaría un desconocimiento del otro?
-SB: Claro. Cuando uno visita, el otro pone el encuadre. A mí me reciben en cualquier lado, por ejemplo: en el patio, la cocina. Además la gente te encuadra permanentemente, me dicen en qué condiciones me van a recibir y dónde. Por ejemplo en “Brochero” se planteaba la permanente entrada de vecinos mientras yo conversaba con la persona que solicitaba tratamiento o ayuda. No podía tener una entrevista familiar típicamente clínica de consultorio, más bien yo usaba un encuadre de red para saber qué iba a hacer.
En red todo circula sin control por parte del profesional en donde uno entra en la dinámica de la vida cotidiana y sale de la dinámica institucional. Ese es el juego del poder, éste es el juego de la conquista.
¿Los psicólogos para qué estamos? ¿Para reforzar la vida cotidiana de las personas, o para suplantarla todo el día? ¿Para dar el aporte o para traer todo el tiempo a la gente a mi casa, a la casa que hacemos, a las instituciones? Estas últimas, son cerradas, muy poco hospitalarias, con sus turnos, sus esperas, que generalmente desalientan a la demanda. Sin hablar de los servicios para los pobres, que para qué contarles, esos desalientan permanentemente aún más.

En el caso de Río Tercero, lo que hicimos fue acoplarnos a la búsqueda de salud que la gente desplegó ante la catástrofe. No los metíamos en un grupo institucional para enseñarles a vivir de nuevo, porque la gente ya estaba buscando alternativas en su casa, en su hábitat, entre los vecinos. Tomamos por ejemplo hasta los juegos de los chicos después de la catástrofe, como también la creatividad de la gente colectivamente hablando. Es decir, no de una persona, sino de los barrios, las cuadras, etc. Toda los habitantes empezaron a reconstruir sus espacios y tiempos cotidianos y eso es lo que acompañamos, pero yendo a la casa del otro, sino ¿cómo y dónde voy a ver eso?. Si yo los traigo a un espacio institucional no lo puedo ver.
Esto ha sido un giro, pero un cambio radical en lo cual están las ciencias sociales hoy en día, es la etología moderna que es la ciencia que ve al hombre en su habitat. Ese es el punto de partida, pero para ello hay que gastar los zapatos. Un epidemiólogo tiene como símbolo, que lo representa en el Ecuador, unos zapatos gastados.
En conclusión, hay que ir al terreno, hay que ver cómo ocurren las cosas. Ahora volviendo al Ritual de la Conquista, es enfermo, estereotipado y nadie pone arriba de la mesa lo que se hace. No se revisa lo que se hace sino lo que se dice, crean discursos y ahí se quedan.
Esto que es trágico también se vive en la Universidad, porque allí todo el mundo cree lo que se dice, pero nadie revisa lo que se termina haciendo. Cuando mandan al alumno al terreno, éste está todo el día especulando lo que se debería, lo que se va a hacer, desde una teoría que han leído... la última que han leído. Porque si hay algo que los caracteriza es que mudan de teoría como se mudan de camisa, sin revisar cómo se termina operando.
Ustedes podrán observar, ¿cómo se opera sobre la gente ahora?, hace cinco años atrás, o diez y verán que es igual. Van a buscar algo, servirse y volver con lo buscado, todo justificado desde un discurso donde la relación es sujeto-sujeto, y no como en la práctica donde la relación es sujeto-objeto.

-LF: Si, se puede ver que hay una ida al terreno, pero se está dando ese tipo de beneficio que usted plantea. El único beneficiario de esa ida al terreno es el profesor que va, el tesista, el investigador, el que recolecta la información para sentar su teoría y que luego de logrado se vuelve.
-SB: Claro, así es. Y hay un tema que se relaciona mucho con esto, y es que en las cátedras o investigaciones en ciencias sociales se suele usar al alumno como mano de obra barata de las mismas, porque si hay algo que los investigadores odian es ir a terreno en su región. Odian pero visceralmente esto. Hay un dicho tradicional español, más precisamente de la Isla de Menorca que dice: "El que quiere va, el que no, envía" que ejemplifica muy bien esto. A veces el alumno cumple esa función sin saberlo, debiendo recolectar la información, que, les aclaro que para mí, es un error metodológico muy serio porque yo no estoy de acuerdo con que haya encuestadores profesionales o alumnos que no han participado en la construcción, con el contexto de investigación. ¡Eso es una barbaridad! Para probar lo que les digo, vean los trabajos de investigación que se publican y miren quién recolectó la información, cómo y en qué condiciones.
-LF: Con respecto a esta práctica profesional del ritual, cuál es la magnitud del perjuicio que se causa en la gente investigada?
-SB: La gente nos decía siempre: "doctor, déjenlos, cuando obtengan lo que necesitan, se van a ir". Yo solía pelearme por esto, con la gente que venía de afuera. No les puedo decir, de este tipo de investigadores la cantidad que hemos recibido en el transcurso de doce años. Cuando formaba parte de las instituciones de políticas sociales; la cantidad de alumnos solitos que venían con sus proyectos de investigación bajo el brazo, que les enchufaba el profesor en la cabeza, que debían hacer sí o sí para meter un práctico. En esos doce años, la cantidad de chicos de Trabajo Social, Enfermería, Psicología, Arquitectura, de Medicina, Psiquiatría, etc. que bajaron a terreno, verán que ha sido interminable. La gente no estaba habituada a esto que se convirtió en un circo, en un folklore. Yo digo que ellos aprendieron con todo esto, a defenderse de esas invasiones, y a sacar provecho también.
Les puedo asegurar que hoy en día en América Latina el momento de la recolección de información, que es uno de los momentos más importantes de la investigación, está seriamente dañado por todas estas entradas iatrogénicas de años. Hoy en día la gente se ríe de esto, aunque en muchos casos ya les molesta. No están perturbados sino molestos por toda esta intromisión. Ellos tienen tan claro cuál es el lugar que ocupan que muchas veces se puede oír decirle a los pobres tesistas "¡bueno niña, le vamos a contestar como para que usted tenga su tesis".
-LF: Lo que queda claro es que el único beneficiario es el otro.
-SB: Si, eso queda claro y ojala termine pronto. Otro tema aunado con esto, es lo que me he cansado de ver en estos doce años y también cuando fui profesor de la Facultad de los alumnos, es ver llorar a los tesistas y esto por el despropósito en el cual son metidos y no porque la tesis sea un momento traumático. La tesis es un momento traumático en una persona que no aprendió a investigar y que además lo vive en una soledad absoluta. No hay tutores, no hay seguimiento en el tiempo.
En mi experiencia yo hago seguimiento. En el trabajo de Río Tercero durante tres años y medio, fui todas las semanas a terreno para realizar el seguimiento y sistematización continua de la experiencia y de la gente. Así hago en todas partes en donde estoy. Me lleva mucho tiempo seguir a los que están trabajando. Por ejemplo, ahora en Mendoza ni hablar, tengo tres trabajos en danza en zonas de mortalidad infantil. Tuve que enseñar hasta registrar, éste es un punto bastante complejo. La mayoría de los alumnos no sabían ni escuchar, ni registrar  y mucho menos sistematizar la información agregando además que subestimaban sus reflexiones en acción. Yo les decía: "tienen que registrar todo, lo que entienden y lo que no entienden". Para los alumnos no les resultó fácil de comprender, están habituados a registrar de acuerdo a la teoría o el discurso que creen que se debe cumplir. Los chinos decían que si cuando estoy en lugar donde está muriendo la reina y una vaca está pariendo a dos cuadras hay que registrarlo todo, porque quizás más adelante lo entendamos.
Como verán, esto me lleva mucho tiempo, por eso no podría dar clases para quinientos alumnos, porque por un lado perdería mi tiempo y lo más importante se los haría perder a ellos que los vería a todos pasiva y colectivamente. Además también me perdería lo que los alumnos traen como saber y como recurso.
Cada alumno en psicología es un recurso, es alguien que trae algo a la Universidad, no es sólo el que viene a recibir, a nutrirse. El trae y tengo experiencias maravillosas que me han dado a mí.
Ellos traen, son portadores, vienen de una cultura. Ellos no saben que saben, de que vienen con un modo de visita, con un modo de pararse frente al mundo para ver, para conocer, para operar. Vienen con todo eso, con una epistemología. Es por eso que para mí es muy importante escuchar, sino la relación con el alumno se hace muy aburrida.
-LF: Lo que eso implica es cambiar la forma de ver.
-SB: Si, pero además hay que alterar esa secuencia ritual de la que venimos hablando, que se da en los barrios, con los alumnos, esto es lo mismo. Jerárquicamente es la red del poder que aborta la creatividad.
Otra trampa a la que quiero llamar la atención también es al del docente que hace lo contrario, que es promover a los alumnos antes de tiempo. Es un acto demagógico de ciertos docentes que ante alumnos que lo impresionan, los promueven mucho antes de tiempo o sea “arrebatan en asado”. He visto muchos casos así en proyectos muy buenos de alumnos como en Licenciados de Psicología y otras profesiones. Aquí se vuelve a ver el error del que veníamos hablando. Lo correcto es seguir el proceso del alumno, de acuerdo al tiempo del alumno. Según cómo se lo haga entrar será su proceso de aprendizaje.
Esto me lo enseñó una señora del Cerro Colorado, que sin logros académicos pero mucha experiencia nos dijo: "dele tiempo al tiempo". Lo dijo en el contexto de una evaluación para la reinserción de un niño ciego a la comunidad.
En conclusión, atrasarlo en el proceso o adelantarlo serían las dos trampas de abortación que se corre el riesgo de cometer en los centros de formación.
Yo tengo en este momento 120 personas que trabajan en todo el país, que me hacen ingresar en su vida profesional, cuando les parece conveniente o me necesitan. Me instrumentan, por supuesto, si yo me dejo instrumentar, porque éste es el concepto de red. Si nos dejamos instrumentar, nos encontramos, sacamos el problema y luego nos soltamos, pero el seguimiento sigue y si ellos quieren me hacen entrar nuevamente, ambos nos podemos autoconvocar.
Yo espero la pregunta siempre primero de ellos y si no me saben instrumentar, joróbense. Porque esto quiere decir que la investigación no está madura. Uno se puede dar cuenta de esto en la búsqueda de ellos y en el tipo de pregunta que hacen.
Es ahí donde tenemos que realizar un trabajo previo, donde hacemos la aparición, el parto, donde una persona tiene que aprender a reconocer cuál es su búsqueda, cuál es su mito. Un alumno tiene que empezar a ver el mito que lo trajo a la Universidad, para poder pasar por la Universidad, instrumentar a la Universidad y volver a la comunidad a dar su aporte. Y no el corte éste que se da, en donde uno entra a la Universidad y debe olvidarse de quien era. Eso es un crimen de lesa humanidad, esto se hace permanentemente y con una responsabilidad que asusta.
Los estudiantes emigran de sus pueblos para aprender y volver, sin embargo con esta educación donde le hacen ver que lo que sabían antes no sirve los convierte en una élite que no vuelve nunca y si vuelven critican a sus pueblos, porque no saben nada, porque son ignorantes, carentes, enfermos, etc. Como verán aquí sigue presente lo de la conquista.
No existe esa polea de transmisión entre la Universidad y el barrio en Latinoamérica. Polea de transmisión que es cada alumno y potencialmente una oportunidad para esto.
Esto es gravísimo y se ve desde hace muchos años en estas latitudes, por ejemplo, se expresa en la crueldad, se podría decir por parte de los profesores o investigadores cuando van a relacionarse con los pobladores de los barrios en la realización de los trabajos, en sus malos tratos, en las bajadas de líneas, en la manera de enseñarles programas "preventivos", a comer, a procrear, etc.
Es decir sobre América Latina todo el mundo baja con la idea de que todo está mal hecho y que hay que cambiarlo. Por eso suelo plantear como lo hice en aquél Congreso de la revista "Más Psicología' lo que llamé "La Pedagogía del Gajo" que nosotros venimos practicando desde hace mucho. Y esto quiere decir que las cosas prenden de gajos. Traen un gajo del exterior, la última teoría de EE.UU. o Europa y creen que poniéndola en la tierra prenderá de gajo ignorando la realidad que trae la semilla que está abajo.
Como verán partimos de lo que se hacía en los barrios y seguimos con lo que de la misma forma se hace con los alumnos.

-LF: Claro, el tema preocupante a analizar es que más allá del error que se repite por el mito, cuando vemos que el mismo se reproduce a niveles de política internacional, se puede entrever que hay un beneficio que se desprende de este mito, ya no sólo como la reproducción pura del error, sino como estrategia para provocar un beneficio adicional.
-SB: Ya lo creo que sí. No sólo es un error, sino una estrategia. Para darnos cuenta del error nos tenemos que someter a un aprendizaje nosotros mismos. Estamos todo el tiempo sometiendo al otro al aprendizaje, pero para con nosotros no.
Yo me vivo sometiendo al aprendizaje cuando voy al terreno. Por ejemplo en Mendoza estamos en zona de mortalidad infantil y de violencia y ahí estamos sometidos todos los días a un aprendizaje. ¿Cómo voy a recibir a un alumno si no me estoy entrenando todo el tiempo? ¿Cómo le hago un seguimiento? Esto es una tensión permanente, el aprendizaje es una cuestión constante, uno no termina de aprender nunca, lo que uno comunica es siempre una búsqueda, no comunica hallazgos solamente, por eso el desafío comienza primero en casa, sino el mensaje es el que ya conocemos, doblemente esquizofrénico, se dice una cosa y se hace otra.
Quiero recalcar, hay que ver el capital humano de los alumnos, que es impresionante y fuerte en creatividad y capacidad potencial.
Nosotros los docentes no estamos a la altura de los alumnos que recibimos, porque no nos entrenamos, y porque en América Latina las cátedras deberían estar en terreno, no digo en Alemania, digo en América Latina. Las cátedras tienen que estar allí, en terreno donde están los problemas sociales, porque una Universidad tiene que estar a la vanguardia de los aportes y de los acontecimientos, por ejemplo el tema hoy de la seguridad, las Universidades tendrían que crear la metodología para abordarlo, para trabajarlo, proponer estrategias, etc.
Dejemos de hablar y bajemos a laburar al terreno, a visitar poblaciones, a sumergirnos, a meternos y algún día cuando tengamos palabra, cuando recuperemos las palabras que nos conectan con el pueblo, volvamos a dar clase, porque sinó, no es legitimo. Es preferible que no haya psicólogos antes que la palabra sea trucha.
-LF: ¿En Río Tercero se dio esta ritualización?
-SB: Lo de Río Tercero fue una muestra corregida y aumentada de todo lo que estoy diciendo. Fue un desfile de la inclemencia. En este lugar si se dio esto de "sobre llovido, mojado", sobre el problema, el impacto iatrogénico de las intervenciones externas. Cayeron todos sistemáticamente sin equivocarse ninguno, todos bajaron líneas, diciendo que la gente estaba enferma, que todos tenían que ir a terapia. Era una canción monocorde de los periodistas, las instituciones psiquiátricas, psicológicas y de los abogados.
Yo tengo todos los recortes de los diarios, tanto de la provincia como de la capital, así es que cuando me quieren discutir esto les presento a cada uno lo que dijo y lo que no dijo.
-LF: Parece como que el ritual es multidisciplinario.
-SB: Así es, y es multi-institucional y multisectorial, porque están los periodistas, abogados, gentes que ni se conocían, operaron en conjunto, bailaron todos de la misma manera.
-LF: El beneficio no fue sólo económico, sino también simbólico, de conocimiento, ¿verdad?
-SB: Sí, quien salva es el salvador, y el beneficio del salvador es grande.
-LF: ¿Cómo pudieron trabajar en contra de este conjunto sistematizado?
-SB: Pudimos trabajar porque estábamos antes y en los lugares adecuados, posicionados estratégicamente ante el fenómeno, articulándonos a la forma y modo de autoevacuación que luego se activaría con la explosión.
-LF: Frente a lo que venimos hablando, donde está implicada la formación del psicólogo ¿qué cambios se pueden llegar a realizar para revertir el ritual de la conquista?
-SB: El cambio debe ser de fondo, pero no en los contenidos, sino en el modo de aproximación. Tiene que haber un cambio en la forma de aproximación con el hermano latinoamericano para poder ayudarlo, para poder aprender de él, para conocer juntos y transformar realidades que él padece. Tenemos que construir modos de aproximación que les sirvan a ellos y nos promuevan como profesionales.
-LF: ¿Usted piensa que desde la Escuela de Psicología se podría?
-SB: Siempre dentro del sistema existirán sistemas alternativos, dentro del mismo siempre va a haber alguien con ganas de saber y aprender y principalmente ayudar a su pueblo. Si no estudiamos para servir a la gente que nos rodea, ¿para qué estudiamos? ¿Para servir a otro? Uno, o sirve para un lado, o sirve para otro, eso lo aprendimos nosotros en las décadas del sesenta y setenta. Uno es el que dice que sí o que no.
-LF: Aunque tendría que quedar para otra entrevista, queríamos preguntarle ¿cómo se formó usted para quedar fuera del mecánico ritual?
-SB: Yo primero leí historia argentina y latinoamericana, a mi generación le hicieron leer eso, eso me ubicó en qué barco me subía, que como todo barco ya anda y es histórico. Antes de estudiar psicología, de estudiar una teoría tuve que ver eso, una historia contextualizada de acontecimientos, todos tendríamos que hacerlo, para estudiar psicología o como para ser carpintero.




[1] Entrevista realizada por el Equipo de Revista La Fuente (LF). Universidad Nacional de Córdoba (2006). 

VICTOR HUGO MAMANI Mg. en Trabajo Social (UNER) Lic. en Trabajo Social (UNSE) En Santiago del Estero-Argentina