IX JORNADAS NACIONALES DE TRABAJO SOCIAL
6 Y 7 de Noviembre-Jujuy-2014
FHyCS-UNJU-UNITS
EJE: Modos de Intervención y Estado Actual de la Práctica Profesional
en Organizaciones Gubernamentales y Organizaciones No Gubernamentales.
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TRABAJO SOCIAL COMUNITARIO. Trascendiendo la Academia.
“La Cátedra en Terreno”
Trayectorias Formativas Alternas desde ONGs
Mg. Víctor Hugo MAMANI
Resumen
El presente trabajo constituye
una deconstrucción de algunos modos de
aproximación (procesos de Inserción) a los sectores populares
(barrios-comunidades-poblaciones nativas indoafroiberoamericanas) de equipos profesionales y estudiantes en
Trabajo Social Comunitario. Dicha deconstrucción incorpora al análisis una
experiencia actual desde la Ong. Biblioteca Popular Campo Verde y el Centro de
Estudios Jakasiña ejecutan y describen el Proyecto “La Cátedra en Terreno”
Práctica Formativa Alternativa en Trabajo Social Comunitario, cuyos
protagonistas son 8 estudiantes voluntarias de Trabajo Social. Dicho proceso se
sostiene en una metodología construccionista, atravesada por el enfoque de
redes e interculturalidad, con saltos cualitativos como:
-De las “incursiones
turísticas-desarraigadas” a “procesos de inserción comunitaria” (ir para
quedarse)
-De la “Expertés en buscar
participación” a un “Trabajo Social Colaborativo-que participe” que se integre
estratégicamente a dispositivos de trabajo en movimiento.
-De los “Equipos
interdisciplinarios” a los “Equipos interculturales” en Trabajo Social
Comunitario. (Articular saber académico- saber cotidiano)
-De “Roles
Estáticos-Prediseñados” a “Posiciones Estratégicas Dinámicas-Creativas” en
Trabajo Social Comunitario.
-De la “Super-visión” a la
“Co-visión” en Trabajo Social Comunitario
-De la obsesión por la
“participación” a la posibilidad de “protagonismo social-comunitario”
Palabras Claves: Sectores
Populares-Aproximaciones-Trayectorias Formativas Alterna. Trabajo Social
Comunitario
TRABAJO SOCIAL COMUNITARIO.
Trascendiendo la Academia
“La
Cátedra en Terreno” Trayectorias Formativas Alternas desde ONGs
Mg.
Víctor Hugo MAMANI
victorhugo235@hotmail.com
/Cel.0388154704860
1. INTRODUCCIÓN
Desde
el Trabajo Social Comunitario que despliego en mi presente profesional, desde
posiciones dinámica generativas más que desde roles estáticos, reconozco que
desconozco por dónde empezar. Los que trabajamos en terreno, sabemos que nunca
se sabe cómo empezar, aunque hagamos alarde de conocer las epistemologías y metodologías
de moda. Tenemos que estar todo el día armando “desde lo que hay”, desde lo que
emerge, desde lo que nos sorprende, desde lo inesperado. Por ello,
estratégicamente tengo que plantearme/les una entrada que no es la usual, hasta
quizás transgrediendo formatos.
Un
estratega comunitario nunca sabe por dónde va a empezar a trabajar. El sistema
relacional y su movimiento nos señala algún camino, nos ofrece alguna pista por
dónde vamos a ingresar, que no es por donde
nosotros queremos, sino por donde
el sistema lo permite. Para quienes trabajamos desde este posicionamiento, esto
constituye una premisa estratégica
básica y fundamental; transformar colaborativamente desde el nudo relacional,
diría Natalio Kisnerman.
No
acostumbro hablar en abstracto o citar textos sin nuestros contextos, prefiero
posicionarme desde reflexiones situadas-arraigadas, que emergen de
acontecimientos y situaciones de las que formo parte y contienen mi ejercicio
profesional. No ensamblo con la retórica vacía o el hablar complicado
de metodologías comunitarias sin
vida cotidiana, sin cultura andante, mucho menos si se habla de
TSC. Dicho esto, me surgen las preguntas
¿cómo empezar?, ¿por dónde?, ¿con quienes?, ¿haciendo qué?, ¿diciendo que?
preguntas que aparecieron en todos los equipos que tuve el honor de coordinar
junto a otras disciplinas, fonoaudiólogos, médicos, psicólogos, docentes,
estudiantes, etc., en procesos de inserción comunitaria.
¿Cómo
hablar de las prácticas comunitarias sin prácticas comunitarias actuales? ¿Es posible?
Si, es posible, yo alguna vez lo hice. Es más, muchos colegas hablan de las
prácticas que no hacen, hablan de práctica sin práctica, enseñan lo que no
hacen. Colegas repiten teorías prestadas, teorías de “otros” para analizar
prácticas de “otros”. En muchas
ocasiones escuche a los estudiantes decir el docente de comunidad es “muy teórico, sabe mucho”. Y
sostengo que se trata solamente de un Trabajador Social docente y repetidor de
teorías de “otros”, teorías prestadas, sabe pero no sabe hacer, debe aprender
el oficio (Martinez, 2014) El trabajador
social es -en el campo comunitario, en el despliegue de su ejercicio
profesional- un mendigo sentado en silla de oro (Bertucelli, 2014)
Hablar
entonces de docencia en prácticas profesionalizantes en Trabajo
Social Comunitario, sin Trabajo Social Comunitario, es caer en el peligroso planteo educativo que refiere
el colega Miguel Scatolini: es como comer guiso de liebre sin liebre. Y
creernos que comemos guiso de liebre y hacerles creer a otros (estudiantes) que
estamos comiendo guiso de liebre. Y ellos luego reproducen estas prácticas de
comer guiso de liebre sin liebre.
Es
mi punto de vista que es una vista desde un punto, hablo desde este lugar,
donde intento cada día, que mis
desarrollos conceptuales y lo que enseño en las aulas, sean equivalentes,
coherentes, congruentes con el despliegue de mi ejercicio profesional.
Mis
reflexiones y mirada crítica se
focalizan en los modos de aproximación a sectores populares/barrios/comunidades
que desde las instituciones académicas y equipos de profesionales que encarnan
las políticas sociales. Hoy me focalizaré en las instituciones académicas,
re-pensando sus fronteras y posibilidades, como así también trayectorias
formativas alternas (cátedras en terreno)
desde dos Organizaciones No gubernamentales, es decir, “trascendiendo
las fronteras de la academia”, que fue premisa del Encuentro Nacional de
Estudiantes de Trabajo Social (2014), realizado en Posadas-Misiones.
2. EL
OBJETIVO
El
objetivo del presente trabajo es compartir “una mirada a contrapelo” Ricardo
Forster (2006) una deconstrucción de las propias prácticas docentes y
profesionalizantes en Trabajo Social Comunitario (Modos de Aproximación)
Socializar
la experiencia Proyecto “La cátedra en terreno”, Trayectorias Formativas
Alternativas en Trabajo Social Comunitario
cuya base se asienta en procesos intensivos de inserción comunitaria,
ensamble estratégico a la dinámica interaccional-vecinal y dispositivos de
trabajos colaborativos interculturales existentes en el corazón de una
Organización No Gubernamental: Biblioteca Popular “Campo Verde” Jujuy y el
apoyo técnico del Centro de Estudios
Socioculturales Jakasiña.
3. METODOLOGÍA
Nuestro
Abordaje Metodológico es el Construccionista Social transversalizado con una
Perspectiva de Redes Comunitarias e
Intercultural: Inserción Comunitaria, Deconstrucción, Construcción,
Reconstrucción, Evaluación y Sistematización (Mamaní, 2009). Procesos que si
bien se “escriben y presentan” en una secuencia lineal, en la práctica
comunitaria se tratan de procesos coexistentes y recurrentes.
4. LA
DECONSTRUCCION: Modos de Aproximación a
los Sectores Populares
“Conocer
es resolver”, José Martí
“Se
conoce para vivir y no por el puro hecho de conocer”, Rodolfo Kush (1975,25)
Con
los postulados de “estar en terreno”, “ir al territorio”, “estar con la gente”,
“la gestión local”, “salir a la calle e
ir a la comunidad” y otros que escucho
en lo cotidiano al parecer, tenemos más puntos de encuentro que desencuentros.
Es decir que estamos de acuerdo con el QUÉ hay que hacer. Es decir que como Trabajadores/as Sociales debemos
cuestionar los mitos de la ciencia tradicional, ser crítico de la realidad que
habitamos y contribuir desde nuestro ejercicio profesional a la construcción de
proyectos emancipadores (Martinez y Agüero, 2014) y la construcción de
conocimientos. Lo que no escucho decir, es por cuanto tiempo vamos a estar a
las comunidades, ¿cuánto tiempo le vamos
a dedicar?, ¿vamos para quedarnos? ¿o es “toco y salgo”? Recuerdo experiencias
en la que grupos de profesionales y estudiantes en procesos de inserción
comunitaria que coordine, no terminaban de bajar del micro, ya preguntaban ¿A
qué hora tenemos micro de vuelta? ¿A qué hora volvemos? No terminan de
llegar que ya se quieren volver. Y en
este sentido mis reflexiones y autoexigencias prácticas coinciden con el
planteo de Bertucelli (2014): “habitar la
coordinación y el seguimiento. Ir para
quedarse, despertar y contener, empezar
y terminar. Codo a codo con la gente compartiendo el destino de nuestro pueblo
y no crear servicios para esperar y refugiarnos de lo que les pasa a nuestra
gente.
Tampoco
visualizo en esta narrativa
“territorialista” de moda ¿COMO lograr
el QUÉ, en Trabajo Social Comunitario? Al respecto digo que el proceso
de emancipación social y la construcción de conocimientos desde el Trabajo
Social Comunitario, desde nuestro ejercicio profesional con los sectores
populares – con nuestra realidad indoafroiberoamericana , está muy ligado a los
Modos de Aproximación o de Llegada/Entrada de los equipos
profesionales-intelectuales del Trabajo Social en particular y de las Ciencias
Sociales en general, a los sectores populares y sus prácticas culturales. Modos
de aproximación, que luego de reflexionarlos críticamente, estaremos en
condiciones de respondernos si nuestras formas de acercamiento a los sectores
populares y a sus prácticas culturales, el modo de relación que construimos,
desde nuestras prácticas profesionales ¿contribuyen o no, a la emancipación social?
Intento
problematizar un campo naturalizado como son los modos de aproximación de los
equipos profesionales y estudiantes a poblaciones nativas
indoafroiberoamericana, modos enmarcados en los lineamientos de políticas
sociales o políticas
universitarias. Estos modos de
aproximación forman parte de nuestros procesos metodológicos en el campo
comunitario y que tienen su punto cumbre en la construcción de proyectos
emancipadores y construcción de conocimientos.
Sebastián
Bertucelli (2006) desde su amplia trayectoria y experiencia en el trabajo de
redes comunitarias en América Latina -autor de textos de profunda importancia
teórica y metodológica, paradójicamente de poca difusión- aporta al debate desde algunos casos estudiados,
a los cuales integrare la propia experiencia. Para el caso del Trabajo Social
en particular y las ciencias sociales en general tenemos dos ámbitos
principales desde donde los profesionales o intelectuales salimos en nuestra
aventura del conocimiento y la ahora llamada “transformación emancipadora” a
desarrollar nuestros procesos metodológicos comunitarios: una son las
instituciones académicas, y otras son equipos profesionales desde las políticas
sociales.
Aproximaciones desde las
instituciones académicas
En
una entrevista brindada por Sebastián
Bertucelli para una Revista Literaria “Silabario” (2006) de la Universidad de
Córdoba reflexiona sobre la relación entre profesionales-intelectuales y
movimientos sociales, publicada en una revista de circulación nacional.
Bertucelli explora las experiencias de 7 grupos universitarios o intelectuales
y movimientos sociales diversos. Allí
emerge lo que veníamos hablando, están de acuerdo en QUE hay que reconstruir
una doble articulación entre los movimientos sociales y la universidad en los
procesos que esos movimientos generarían, pero no dicen CÓMO hacerlo. En este
sentido Bertucelli (2006), nos dice “Se
sabe qué queremos hacer con el otro, con el pueblo y se soslaya el cómo nos
aproximaríamos, los rituales de iniciación y pasaje que se pondrían en juego en
la llamada gestión cultural” que se proponen.
En
Rosario por ejemplo se propuso una cátedra experimental de “Producción de
Subjetividad”, hacen la cátedra para que vayan los supuestos movimientos
sociales y se discuta allí, adentro de
la universidad, no van a la gente, no salen a los barrios, irrumpen sacando a
la gente de sus casas y las llevan a la universidad.
Para
el caso de la Universidad de Quilmes, donde proponen detenerse en distintos
dispositivos de producción de conocimiento; y Bertucelli afirma que estos
lenguajes son cautivos, no son comunitarios-contemporáneos. Se habla de
epistemologías, metodologías, estado, mercado, capitalismo, explotación,
opresión, lucha y militancia pero siempre en la universidad, lejos de los
barrios, por fuera de la vida cotidiana de los pueblos. Se proponen inaugurar
una nueva forma de hacer “gestión cultural” pero en la propia alta casa de
estudios, la casa de los intelectuales y sus estructuras ideológicas. Casa de
los propios modelos que se arman, que a veces son el modelo del no modelo, para
luego aplicarlos al pueblo.
A
la cultura popular la vamos a ver, sentir, padecer, en los barrios, las calles,
los baldíos, en el color de sus paisajes, en sus olores y aromas, en sus
plazas, en sus penas y alegrías, en sus festejos y prácticas culturales
cotidianas, como profesionales situados-arraigados. Caso contrario, no podremos
dilucidar de qué posición eficaz se habla para ver y trabajar con movimientos
sociales o populares.
Sucede
entonces, que además de “la nueva mirada
y discurso de ir a territorio” que
muchas veces responden a enfoques o
epistemologías de moda, van hacia los sectores populares con objetivos
como “auto-organizarlos” (si manejamos el prefijo “auto”, es que no nos
necesitan a los técnicos- si queremos que se autoorganicen no busquemos
organizarlos) sin tener en cuenta la tradición organizativa y modos de hacer
disponibles. Otros van a empoderarlos, sin tener en cuenta los poderes
disponibles en los sectores populares. Es decir, siguen en una postura
ahistórica clásica, repetida, solo que con un discurso “progre-critico” (Una
profe de la Maestría en TS/UNER. diría más que discurso crítico un discurso en
estado crítico) Al momento de aproximarse a las poblaciones para montar algún servicio, ignoran las
tradiciones que anidan en cada práctica cotidiana de cada pueblo, y encima,
hablan de “ellos y nosotros” en tercera persona y creando un brecha.
Vamos a lo popular/barrial pero cuidado…
Una
frase que llama la atención del artículo que analiza con maestría Bertucelli es
“no se trata de fusionarse con ellos” y se pregunta ¿Quién dijo que aquí en
este tipo de relación intercultural puede haber fusión? El drama de toda clase
media urbana que tiene un titulito, una maestría, tiene terror, como diría
Kusch, de ser fagocitado por la cultura popular. Ponen la noción “fusión” como
advertencia para defenderse del miedo a ser tragado por el otro. Otros plantean
no hay que mezclarse con la gente, no es nuestro rol. Siguen pensando en su
categoría de intelectual universitario aunque se relacionen con el otro, con la
gente, con el “otro del ómnibus” de Kusch. Neruda decía que “el poeta no debe
temer del pueblo” Nos demoramos en
entreveros teóricos, por temor a la acción, al no saber hacer. Claro, refiere
Bertucelli “como se parte de un nosotros neurótico, virtual, solo conceptual, mal copiado e
intentan enchufarlo desde afuera para dentro y de arriba para abajo” ese
“nosotros ficticio” se rompe en mil millones de pedazos cuando este intelectual
toma contacto verdadero con el pueblo, se incomoda. Los equipos entran en
crisis.
Tenemos
que olvidar esa coraza intelectualista, que a modo de la armadura oxidada del
caballero de Fitcher, en principio nos protege y luego nos atrapa. En Trabajo
Social Comunitario todo lo copiado, lo modelado y construido de antemano y en
situación de desarraigo es lo que tenemos que poner en suspenso, en duda, entre
paréntesis, mirarla a contrapelo diría Ricardo Forster. Quizás como propone Bertucelli, el camino sea
practicar el “vacío funcional” para aprender además de la academia, aprender a
recibir y aprender de las formas locales
de autogestión, de organización, de los poderes disponibles y en
circulación, para luego emerger con propuestas equivalentes a los problemas que
nos afectan.
Bertucelli
toma la frase “… deben habitar distintos mundos, el de la academia y el propio
de la militancia con el cual no se confunden ni se mimetizan” observando que no
se nombra al pueblo o a la gente. Si nombran a la “academia” y “la militancia”,
todas imposturas típicas de élite. Siguen sin hablar del CÓMO deberíamos habitar esos mundos, CÓMO
posicionarnos estratégicamente para
abrir y salir de espacios-tiempos
universitarios, espacios discursivos deliberativos estériles. Finalmente
confunden trágicamente en sus prácticas por ejemplo: ciclos lectivos con ciclos
vitales de las poblaciones. Otra frase que toma
el autor en su análisis es “uno proviene de otro lugar y desde ahí hace
su aporte” se separan increíblemente, o sea que ellos o nosotros que estamos
aquí, ¿no provenimos del pueblo? ¿Provenimos de otro lugar, de otro tiempo y
desde allí, desde ese lugar hacemos nuestro aporte? Es más se repite hasta el
cansancio “debemos cuidar el ROL, no salirnos del ROL” Están más preocupados en no perder el ROL,
que en responder a los problemas junto a la gente. ¿Acaso nacimos de un repollo
llamado universidad y de allí hacemos el aporte?, ¿no existe en nosotros
historia y cultura antes de la universidad? Estos equipos buscan separarse todo
el tiempo, ellos y los otros. Ellos y nosotros, relación de lejanía donde el
nosotros está del lado sarmientino civilizatorio, del colonizador, del
salvador, del educador, del promotor, del emancipador. Nos salvamos, nos
educamos, nos emancipamos, sostengo yo, desde un Trabajo Social Colaborativo.
Juntos. Nadie educa a nadie, nos educamos en comunidad, refería Freire.
Augusto
Klappenbach (1971) en la Revista Latinoamericana de la Universidad Nacional de
Río Cuarto en 1971 dice “…el enfoque correcto de una nueva política cultural
sería establecer los mecanismos que hagan posible al pueblo seguir elaborando
su propia cultura por sus propios medios. Hay que acabar con la idea de los
representantes ilustrados. Toda la cultura ha sido planificada en base a un
grupo que sale de algún modo del pueblo pero inmediatamente se separa de él y
elabora una cultura que luego le va a dar al pueblo. Ese es el mecanismo
fundamental que hay que romper…” (Bertucelli, 2006)
Mi
experiencia profesional docente, me permitió captar ejemplos actuales en este
sentido, nuestros alumnos van perdiendo progresivamente rasgos de identidad
cultural con la que crecieron. En la universidad, en la academia la identidad
cultural se va debilitando a punto que emergen conductas de negación de las
propias prácticas culturales, procesos de silenciamiento de la propia cultura,
dejándose colonizar por discursos ajenos a su cultura, llegando al punto de
cuestionarla-negarla.
En
el libro Cerro Bayo de Atahualpa
Yupanqui, los padres coyas le expresan
al poeta:
“Qué
veneno tendrán las letras, señor!!
que
aquel de nosotros que las apriende,
se
vuelven en seguida contra nosotros…”
Discursos que orientan
prácticas
También
aparecen los acercamientos orientados por la frase terrorífica que la ponemos a
consideración, pues la repiten muchos intelectuales y profesionales “progres”, líderes
vecinalistas y por supuesto, religiosos “a la gente no hay que darle el
pescado, hay que enseñarle a pescar”. Y se pregunta Bertucelli ¿qué intelectual
nuestro puede en la práctica, enseñar a pescar al ciudadano latinoamericano en
su habitat, en su microcultura? ¿Nuestro intelectual está capacitado para
enseñar capacidades si nunca pisó la safra tucumana, la selva misionera, zonas
maláricas, áreas rurales campesinas,
áreas urbanas con un solo grifo de agua para todos, áreas de alta
conflictividad social, si nunca gambeteó
la pobreza? ¿Cómo hacemos eso?
La
propuesta alterna es construir el CÓMO desde cada territorio local, con
humildad y cooperando, porque solos no podríamos, siempre arraigados,
enraizados, “situados” dirían Agüero y Martinez (2014) Muchos
profesionales, intelectuales continuamos ubicándonos por fuera (sujeto –objeto)
y como educadores- concientizadores – empoderadores- emancipadores. Esto ya lo
fue criticando Freire a sí mismo. Los movimientos sociales, los sectores
populares allá afuera y los intelectuales acá, en las aulas, en los centros de
convenciones, en aulas magnas inventando modelos para ellos, para hablar de
emancipación desde discursos “progres” y luego bajar con prácticas liberales,
separando los libros del trabajo. En muchos casos, los
profesionales-intelectuales no se sienten parte, incluidos ni afectados por los
problemas de la cultura popular. Crean servicios para atender demanda en espera
y de paso protegerse del destino de nuestro pueblo. No visualizan que aprenden
o pueden aprender de lo popular o en todo caso, lo niegan, lo eluden, lo
desestiman, total ellos ya accedieron a
un cargo docente y están habilitados para dar clases. Recuerdo que Natalio Kisnerman, con más de 70 años co-visaba acciones culturales de sus
equipos, en los barrios de General Roca.
Acercarse con dispositivos
foráneos, ajenos a la vida cotidiana
Otros
equipos de profesionales y estudiantes,
van a los barrios y llevan dispositivos técnicos foráneos como el
taller, las técnicas grupales, la charla informativa, ajenos a la vida
cotidiana y a la cultura. Los intelectuales sobre-utilizamos el taller, la
reunión, la charla informativa. No se forman, no aprenden o no aceptan que pueden
aprender de los sectores populares desde otros dispositivos, por el contrario
el discurso es; que los sectores populares se formen, se incluyan e
integren, aprendan, se auto-organicen y
se concienticen pues ellos son el objeto de la intervención liberadora o emancipadora. Y lo dicen sin ponerse colorados “ustedes
deberían aprender, autorganizarse, tomar
conciencia de…”. Los intelectuales-profesionales están aquí y la cultura
popular, allá. El castigo más tremendo para lo que llamamos intelectual colonizado
es recordarle que proviene de esa cultura popular y proponerle hacer ciencia
participando-colaborando, sumergiéndonos en la cultura popular y emerger con el
pueblo, cada vez más eficazmente con dispositivos de trabajo equivalentes a los
problemas que nos afectan.
Augusto
Klappenbach decía: ¿cómo puede ser que proviniendo del propio pueblo, el
intelectual estudia y se separa del pueblo, para volverse en contra de este y
separar “ellos” de “nosotros”? Habrá que develar esto, ¿Qué formación
institucional académica hay en América Latina para que el intelectual entre a
la universidad y se crea separado del pueblo y les diga a sus padres “dejen de
hablar, si ustedes no saben nada? Se convierte en “sujeto cultural”
desarraigado y sin referencia cultural “sujeto cultural, sin cultura” decía
Kusch, impecable descripción de los intelectuales de la elite, de confiterías.
Toda persona
que es ahistórica, desarraigada, que va desarrollando una relación escindida
consigo misma, que interrumpe la propia línea histórica, algún día enfermará. Y
esa enfermedad – como bondad- viene en su auxilio para que retome
articuladamente su camino, su historia, porque se separó de sus raíces y sus
fuentes. No se dan cuenta los
intelectuales que muchas veces sucede lo que el cacique guaraní le contestaba a
un padre jesuita “su discurso rasca pero no rasca donde pica”. Maristella
Swampa escribe: que es necesario un modelo ligado al intelectual crítico que
piensa desde su relación con los movimientos desde abajo y no desde arriba, como
los que se difundieron durante los 80 y los 90” Nosotros creemos que no solo es
en esa décadas, sino que se trata de una lucha cultural de siempre. Ya lo decía
el Martín Fierro:
Más
Dios ha de permitir
Que
esto llegue a mejorar
Pero
se ha de recordar
Para
hacer bien el trabajo
Que
el fuego pa calentar
Debe
ir siempre desde abajo.
Aproximación con recorte y
simplificación técnica de lo popular
Bertucelli
nos adentra a este modo de aproximación
con ejemplos como este: un profesor de la Universidad de Córdoba,
Facultad de Letras, se impactó y se emocionó cuando escucho de la boca de un
literato reconocido de Córdoba, la siguiente frase “el que su charco ensucia
para que parezca más hondo”, estaba conmovido el hombre por la profundidad
contenida en la expresión “¡una genialidad!” decía. A ello Sebastián le
recitó un poema del siglo pasado, del
viejo Irala, poeta analfabeto de la provincia de Buenos Aires;
“la
vida es sencilla y clara-señor
como
Dios quiere que sea
y
el que su charco ensucea
pa
que parezca más hondo
es
por que escuende en el fondo
lo
que le falta a su idea,
agregando
que el que expresó esa frase o la escribió
la había recortado de la cultura popular y se lo atribuyó. La extrajo
por no decir “plagio” o “choreo” del único lugar donde hay creatividad, en ese
sistema colectivo autónomo, que podemos llamar cultura popular. Muchos casos
como estos marcan el modo de relación que construimos los intelectuales, los
profesionales de los equipos en y con la cultura popular, por ende indican de
alguna manera, el cómo construimos conocimiento, escribiendo lo que otros
crean.
Dijo Yupanqui:
“Los
piones formaban versos
con
sus antiguos dolores
después
vienen los señores
con
un cuaderno en la mano
copian
el canto paisano
y
presumen de escritores.
Otra cita del
poeta;
Por
ahí se llega un maestro
de
esos puebleros letrados
que
copiaba tropa de verseados
que
iban después a un libraco
y
el hombre forraba el saco
con
lo que otros han pensao”
Con un oído en el pueblo y
con el otro en la bibliografía científica.
El
otro modo de aproximación lo constituyen los intelectuales o profesionales
basistas que como profesionales se transforma en malos vecinos. Esto nos
recuerda la doble actualización a la que
refiere el Cura Angelelli, con un oído en el pueblo y otro en el evangelio
decía él. Nosotros en Ciencias Sociales podríamos decir con uno oído en el
pueblo y con el otro en la bibliografía científica. El oído hacia lo que
produce la gente desde el corazón, desde la tradición, desde sus dispositivos
genuinos de vida y resolución de problemas. Hoy ese oído, en los
intelectuales está tapado.
Expediciones de
estudiantes”
Otro
modo notable y preocupante en Trabajo Social Comunitario o barrial, que ya
fuera trabajado en el 1er Conversatorio de Estudiantes del Noa-Jujuy (2012) y
ratificado en el 3er Encuentro Nacional de Estudiantes de Trabajo Social (2014)
son las expediciones de alumnos que se “mandan” a los barrios, hablo de cuando
las cátedras envían a los estudiantes de prácticas pre-profesionales hacia lo
que consideran el complejo campo social, campo que es planteado como “la
realidad del otro o de los otros, de los sectores populares, barriales. Con los
que no hay que confundirse ni involucrarse. Hay que diferenciarse de ellos y
cuidar el rol” encima los mandan “solos”
a terreno sin una brújula, como mano de obra barata. Lo más preocupante de
estas prácticas es que algunos alumnos de años avanzados, reproducen ese ritual
a mayor formación, mayor distancia y descompromiso No lo
piensan desde a mayor formación mayor compromiso,
responsabilidad”. Los escucho hablar y parecieran que en su aventura de
práctica, se sienten Hernán Cortés o Francisco Pizarro, preocupados solo por su
objetivo: aprobar dicha práctica.
Estudiantes que llevan la consigna encubierta de lo que no hay que hacer
más que lo que pueden hacer, van a cuidarse, de no decir tal o cual cosa (de
cómo presentarse por ejemplo) a prevenirse de la gente, cuidando de no perder
el rol, rol estático del que habla Núñez (2000)
Pocas
situaciones de la vida cotidiana de nuestro pueblo encaja con el rol
profesional que enseñamos en las aulas, espacio áulico donde nos llenamos de
discursos valorando la vida cotidiana y cuando tenemos la oportunidad de respirarla, vivirla, compartirla,
enchufamos el rol y el discurso técnico, escapándole a la vida cotidiana para
no involucrarnos. De este modo, se
aproximan a la vida cotidiana, a los barrios para diferenciarse, para ampliar
la brecha ellos y nosotros, se alejan
más de la cultura popular, ¿extraño no?, postulan ir a la cultura popular para
alejarse, diferenciarse, desarraigarse
de la propia cultura. Hasta se la desconoce e ignora. Y aquí me vienen
preguntas que se hace Todorov (2003, p.182) en su obra la Conquista de América.
El problema del Otro, refiriéndose a la
obra de Bartolomé de las Casas:
¿Puede
uno querer realmente a alguien si ignora su identidad, si ve, en lugar de esa
identidad, una proyección de sí o de su ideal? Sabemos que eso es posible, e
incluso frecuente, en las relaciones entre personas, pero ¿qué pasa en el
encuentro de culturas? ¿No corre uno el riesgo de querer transformar al otro en
nombre de sí mismo, y por lo tanto, de someterlo? ¿Qué vale entonces ese amor?
Volviendo
a las expediciones de estudiantes, este mecanismo de enviarlos solos sin acompañamiento
en terreno o con “supervisiones relámpagos” -para nosotros- produce sufrimiento
y frustraciones que muchas veces no son verbalizados por los estudiantes,
dejando consecuencias desastrosas en términos de formación de nuevos cuadros de
profesionales en Ciencias Sociales para el continente que soñamos.
Bertucelli nos recuerda una frase
popular de Menorca: “el que quiere ir, va. El que no quiere, manda”, esto no se
hace en ninguna práctica cultural. En una empresa de aviación, el día que te
mandan como piloto la primera vez, nadie te deja solo con 150 pasajeros para
que vos pilotees, esto lo hacen solamente las Ciencias Sociales. En esta
locura, en este desastre, en este verso de las Ciencias Sociales, mandan una invasión de alumnos alumno/a solos a terreno, donde son más los alumnos que los vecinos con
quienes toman contacto. Los mandan sin ninguna guía ni acompañamiento, con
señalamientos a la distancia, por correo electrónico, ante semejante
complejidad. Los llamados supervisores sin arraigo, no situados con la acción
barrial, con el proyecto o con el barrio, van como turistas y de visitas
“relámpago” a las prácticas de los alumnos. Alumnos que en realidad practican
entre ellos, practican con la gente,
todos practican con todos.
Aproximaciones desde la
investigación social.
Otra
forma interesante de aproximación a la realidad y por ende en la producción de conocimiento desde el ámbito
académico es la elaboración de trabajos finales de investigación o trabajos de
integración final de licenciaturas, Especializaciones y maestrías. Al respecto
traeré mi experiencia de participar en un Seminario Internacional organizado
por la Maestría en Trabajo Social de la
Universidad Nacional de Entre Ríos, con destacadas figuras del Trabajo Social
Latinoamericano. Desde mi lugar de estudiante pude tomar algunas notas donde se
debatían los ejes temáticos a investigar, es decir las categorías donde el
estudiante de grado y postgrado, podía incorporar su trabajo final de tesis.
Aparecieron opiniones que los ejes temáticos los debería establecer la
universidad de acuerdo a la lectura de la realidad (muchas veces a la
distancia) y también dependía del cúmulo de temáticas o problemas abordados en
tesis de cohortes anteriores, tomando tanto calidad como cantidad. Por otro
lado, se opinaba que los ejes temáticos también los podrían proponer los
estudiantes, de acuerdo a sus inquietudes e intereses. En ninguno de los casos
ni se mencionó investigar o proponer que los tesistas investiguen lo que la
gente necesita que investiguemos, siguiendo sus necesidades. Sucede lo mismo en
trabajos de investigación para acceder a licenciaturas y especializaciones que
me toca asesorar como Director de Trabajos de Investigación.
5. CONSTRUCCION-COMPRENSION
DESDE UNA EXPERIENCIA ACTUAL.
¿La Universidad en los
barrios, los barrios en la universidad?
El
Documento de un Programa Nacional La Universidad en los barrios, los barrios en
la universidad que yo los analizaba por separados pero ahora se juntaron la
Política Social y la Universidad con el argumento válido y con el que estoy de
acuerdo plenamente: inclusión y calidad educativa. Se busca fortalecer la
articulación entre las Políticas Sociales, la Universidad y las Organizaciones
locales o de la Sociedad Civil. Entonces
nos llegan al barrio, a la Biblioteca Popular Campo Verde -donde trabajo- sus
ejecutores universitarios, técnicos provinciales y nacionales, ¡Perdón, no
llegan al barrio!, citan a la responsable a una confitería céntrica para
decirle que está el programa, está el subsidio y proponen hacer el proyecto
juntos. Primera pregunta que me invadió: ¿No era que había que ir al barrio, al
territorio?, el proyecto ¿no debe gestarse en el nudo relacional barrial? Al
decir de Bordieu, me encontraba frente a
“acontecimiento destacable”, interesante. Considero que con mucha
frecuencia se ignora y se elude lo que se viene haciendo, los modos de
organización local, los modos comunitarios de operar y los resultados
obtenidos.
La
red de mujeres que construyeron y sostienen
la organización y servicios de la Biblioteca Popular Campo Verde
(ubicada en el Barrio 9 de Julio, a una cuadra del Río Chijra-margen
derecho) desde hace casi 15 años,
sostienen un comedor que nutre a una red de 40 mujeres y sus sistemas
familiares (equivalen a 160 niños aproximadamente) Desarrollan un Taller de
Radio Comunitaria cuyos protagonistas son adolescentes que transmiten on line,
que a su vez diseñan y publican una
revista de interés barrial. Un grupo de mujeres-madres se forman en Talleres de
Cuenta-Cuentos (días sábados a la tarde-noche). La biblioteca estable dispone
de una calidad y cantidad de libros impensable en barrios como Campo Verde y 9
de Julio. Dispone una biblioteca móvil (Una Vehículo Comby) dotada de equipo de
video y audio, obtenida en convenio con la Conabip que recorre la provincia
promocionando la lectura en niños y adolescentes de escuelas rurales,
organizaciones de base, barrios, etc. llevando libros, videos, obras de teatro,
títeres etc. Ofrece un servicio de apoyo escolar con mujeres voluntarias y
estudiantes de la carrera de Trabajo Social, que son cursantes de un Seminario
de Formación en Servicio “La cátedra en terreno” que dictan profesionales del Estudio
Sociocultural Jakasiña en convenio con la Biblioteca Popular. Además de ello
despliegan dispositivos de Salud Integral a geriátricos y cárcel de mujeres,
llevando actividades lúdicas, creativas, artísticas. Hace días atrás,
recibieron a Evaluadores Externos del Gobierno Nacional PNUD, que entre más de
1000 Ongs que apoyan, eligieron a 10 del país, entre ellas la Biblioteca
Popular Campo Verde. Un honor trabajar allí.
Sabiendo
de estos dispositivos, los procesos transitados, los resultados y quizás las
necesidades actuales; se los elude en aras de armar rápido un proyecto para no
perder la oportunidad de acceder al subsidio, pues se vencen los plazos. Cuando
leemos el documento del programa, las
actividades que se proponen, vemos que la mayoría son para apoyarse en las
Organizaciones Locales (para no decir “usar”), difundir y promocionar oferta
educativa (talleres y charlas informativas), llevar la gente de los barrios a
la universidad, y aparece por ahí, entre muchas una actividad recreativa y
cultural. Otra llamada recibida, fue para pedirnos un diagnóstico de la
comunidad, para hacer el proyecto, mejor dicho llenar el formulario.
La
práctica cotidiana en los barrios permite ser testigos lúcidos de estos modos
de aproximación, tiene esta riqueza de situaciones para deconstruir y
repensarlas críticamente. Hechos que generan interrogantes, cuyas respuestas
nos permiten comprender mejor lo construido, su proceso, la situación actual:
¿quién los llamo?, ¿quién necesita a quién?,
¿a quién le sirve ganar el subsidio?, ¿la modalidad de trabajo que
“contempla” el Programa, está en sintonía con lo que se viene haciendo? ¿No
deberán estos equipos, “probar” de acoplarse a lo que se viene siendo y
haciéndose en los sectores populares? ¿cómo podríamos describir e interpretar
esta llegada, esta aproximación a los sectores populares?
6. RECONSTRUCCION
EN MARCHA. Proyecto: “La cátedra en
terreno”
Trayectorias Formativas
Alternas en Trabajo Social Comunitario, desde ONGs.
Finalmente,
quiero hacer referencia al proceso de reconstrucción actual de estos modos de
aproximación, que nosotros estamos trabajando con el Proyecto “La Cátedra en
Terreno” Trayectos Formativos Alternativos en Trabajo Social Comunitario en
particular y procesos de inserción barrial de futuros profesionales de las
ciencias sociales en general. En la mayoría de nuestros proyectos que
ejecutamos en la provincia (desde hace
12 años) Convocamos a estudiantes voluntarios de Trabajo Social, Psicología,
Educación Especial, Comunicación, Educación para la Salud entre otros, a
protagonizar estos procesos formativos interdisciplinarios, cuyo encuadre
flexible lo constituye aquello que se
viene haciendo en cada organización local con la que celebramos acuerdos de cooperación.
Es decir, que los estudiantes se incorporan a la dinámica institucional desde
posiciones estratégicas y colaborativas, se acoplan a dispositivos de trabajo
colaborativo que vienen siendo y haciendo en cada microespacio institucional y
social. Este proceso de Inserción Comunitaria e Institucional propone el
objetivo de conocer haciendo y construir relaciones de confianza,
colaborando-conversando. Actualmente tenemos 8 estudiantes mujeres de Trabajo
Social en la Biblioteca Popular, protagonizando experiencia formativa en
Procesos de Inserción Comunitaria durante tres meses
(Setiembre-Octubre-Noviembre 2014) Concurren dos veces a la semana; Mártes y
Jueves de 9 a 12 Hs. habiendo cumplido hasta el momento: 48 hs reloj de trabajo
(dos días prácticamente)
Ingresaron
por una persona llave; un Trabajador Social Co-visor (Mamaní Victor Hugo) que
realizó/a similar proceso de inserción, recurso que abre puertas relacionales.
Se integra a este proceso una Co-Visora (Mara Liz Martínez) de la Institución
quien también orienta y acompaña a los estudiantes. Ambos co-visores despliegan
acciones de gestión y articulación en
redes interinstitucionales, acciones educativas que se corresponden a una
Metodología Comunitaria Construccionista-Redes e Interculturalidad (Kisnerman,
1998- Bertucelli, 1982-Mamaní, 2009) Pedagogía de la Presencia (Da Costa, 1993)
Presencia Plena en Trabajo Comunitario (Bertucelli, 2006) una Ética del cuidado
de las personas que trabajan en la institución, de los estudiantes y también de
los co-visores (Kisnerman, 2001) Las estudiantes ingresaron estratégicamente a
un dispositivo en movimiento, que viene siendo y con historia en la dinámica
institucional: servicio de apoyo escolar. Servicio que se constituye en una
necesidad sentida y de interés comunitario (20 niñ@s)
Progresivamente
vamos -estudiantes y co-visores- tejiendo
relaciones de confianza con niños, con mujeres que trabajan en
diferentes servicios de la institución: servicio de comedor y almuerzos
comunitarios, nos acoplamos a dispositivos en movimiento como Apoyo Escolar, Visitas de Promoción de Salud
Integral al Geriátrico San Agustín (Bajo La Viña), articulación con Escuela
Rural 264 Batalla de Suipacha, con la Escuela Belgraniana, con la Escuela
Avellaneda, Registro Nacional de Trabajadores y Empleados Agrarios de Jujuy,
Ferias Campesinas, Asociaciones, etc., promoviendo la lectura, la escritura, el
arte, el teatro junto la Biblioteca Móvil (Conabip) coordinando juegos
recreativos con niños/as, Talleres de Escritura Creativa a la Cárcel de
Mujeres. Fuimos invitados a estar-ser-hacer en los espacios radiales de los
días sábados, participamos de eventos
festivos y culturales (Día del Niño, Pachamama)
Nos
entrenamos en el uso del cuaderno de campo (registros etnográficos, en primera
persona) realizamos observaciones participantes, lectura de textos que den
cuenta del contexto barrial, documentos institucionales, registros
fotográficos, protagonizamos conversaciones situadas: conocemos y nos conocemos
haciendo en comunidad. El proceso formativo es evaluado en reuniones de equipo
semanales, donde además de analizar el proceso de inserción
institucional/barrial del equipo todo, reflexionamos sobre los procesos
personales de cada estudiante, en la experiencia socio-cultural que viven.
En
este proceso colaborativo-conversacional, surgen situaciones problemáticas
familiares, grupales y comunitarias que exigen construir respuestas
equivalentes al problema, desde equipos interculturales. De las articulaciones
con autoridades y equipo profesional de la Escuela Rural (Suipacha) se realizó
Jornadas de Lectura-Cuenta Cuentos-Lúdicas con niños de 2do y 3er Grado donde
parte del equipo de estudiantes tuvieron la posibilidad de planificar y
coordinar grupos con diferentes juegos recreativos.
Cuatro
de nuestras cursantes aportan con acciones concretas de apoyo pedagógico a niño
con problemas oncológicos, en vista a su reintegro al sistema educativo para el
año 2015 y en otra situación donde un niño presenta dificultades en el
rendimiento escolar por integrar una familia multiproblemática. Los procesos
familiares y problemáticas específicas están a cargo de los Co-visores en
articulación con las instituciones pertinentes.
Nuestras
cursantes también acompañan y protagonizan salidas del Biblio-Móvil a poblaciones
del interior de la Provincia (Pampa Blanca- El Piquete) junto a mujeres de la
red vecinal, capacitadas en contar cuentos y promover la lectura en niños.
Actualmente
y ante el panorama: falta de agua potable, cortes reiterados en la red del
barrio 9 de Julio y falta de tanques de reserva de agua, frágiles respuestas de
las instituciones del estado municipal y provincial; las mujeres de la Red
Vecinal de la Biblioteca Popular en Asamblea Comunitaria, analizaron la
situación y emprenden actualmente la construcción de una respuesta comunitaria
equivalente: adquisición de tanques de agua e instalación domiciliaria en
aproximadamente 30 domicilios. Para lo cual el plan de acción fue buscar
presupuestos de materiales y mano de obra. El equipo de cursantes, se acoplara
estratégica y colaborativamente a dicha construcción, siempre que la Red así lo
decida y acepte. Una tarea colaborativa en vista a la construcción de equipos
interculturales.
El
proceso descripto se asienta metodológicamente
en premisas-producto de las propias construcciones y experiencias en el
campo comunitario proponiendo:
• De las “incursiones
turísticas-desarraigadas” a “procesos de inserción comunitaria” (ir para
quedarse)
• De la “Expertés en buscar
participación” a un “Trabajo Social Colaborativo-que participe” que se integre
estratégicamente a dispositivos de trabajo en movimiento.
• De los “Equipos interdisciplinarios”
a los “Equipos interculturales” en Trabajo Social Comunitario. (Coordinar saber
académico- saber cotidiano)
- De “Roles Estáticos-Prediseñados” a
“Posiciones Estratégicas Dinámicas-Creativas” en Trabajo Social Comunitario.
- De la “Super-visión” a la “Co-visión”
en Trabajo Social Comunitario
- De la obsesión por la “participación”
a la posibilidad de “protagonismo social-comunitario”
Dichos
pasajes son contemplados como alternativos para la construcción compartida
de procesos de “protagonismo
social-comunitario”, como instancia superadora de la tan buscada
“participación”
Quiero
cerrar este apartado con palabras del Dr. Freddy Castillo Castellano, Rector de
la Universidad Nacional Experimental del Yarucay de Venezuela expresadas
en la VII Cumbre de Rectores
Universitarios de Latinoamérica 2008 realizada en Jujuy; “las universidades
latinoamericanas necesitan cambios, el modelo de la universidad del futuro debe
ser “intercultural” desmontando todo este modelo monocéntrico y excluyente, que
no se limita a excluir por razones de carácter social, económico o político,
sino que excluye fundamentalmente por razones culturales”. “Debemos dejar atrás
el modelo concebido para un solo tipo de conocimiento – el saber hegemónico-
que heredamos de la ilustración y que no concibe la posibilidad de que fuera de
las aulas universitarias se haya producido un importantísimo incremento del
conocimiento para los seres humanos” “Es fundamental que la nueva universidad
intercultural se baje del falso pedestal en que ha estado situada durante este
último siglo y se abra a otros saberes, los saberes de la calle”.
Como
dice el Martin Fierro, “No es para el mal
de ninguno, sino para el bien de todos”
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