Construccionismo
y Trabajo Social
-Profesor, el
construccionismo social ¿es o no es un paradigma?
-No, no es
un paradigma.
Mg.Víctor
Hugo Mamaní
Introducción
Siguiendo esta saga de preguntas y respuestas
generado por estudiantes, ingresa a la esfera existencial de este proceso, la
pregunta sobre el Construccionismo Social. Si bien, elaboré algunos escritos
basados en el texto Pensar el Trabajo
Social (1998-2005) de Natalio Kisnerman, creo oportuno volver a mis
lecturas y escritos, a la bibliografía especializada cuya existencia es
multiversa y abundante en el mundo. Con el estilo conversacional que venimos
sosteniendo, en esta noche fría y lluviosa de Mayo apelo a una entrevista
imaginaria, donde inserto preguntas que surgieron en nuestras clases.
Estudiante: Profesor, el Construccionismo Social ¿es o no un paradigma?
VHM: Uds. formulan una pregunta propia de la ciencia clásica o
tradicional, ¿es o no es? y esperan la respuesta-descubrimiento de aquello que
sería verdadero y cierto. De ese modo producirían un conocimiento basado en un
procedimiento positivista. Buscan en mi respuesta el equivalente a “la verdad” o “lo real”. Detecto en la
pregunta una trampa, donde si yo respondiera por SI ES o NO ES, quedaría
entrampado a la perspectiva positivista dual-binaria de la pregunta y estaría
cayendo en una forma de reduccionismo, cerraría otras posibilidades de nombrar,
describir y comprender el Construccionismo Social. Por otro lado considero que
si utilizo la denominación de “paradigma”
estaría congelando al construccionismo como si fuera un modelo acabado, un
macizo continente conceptual y entonces el construccionismo como proceso
dinámico de deconstrucción-construcción-reconstrucción no tendría sentido, no
sería construccionismo. Tomando un argumento de Habermas digo que una vez que nuestras formas de conocer se
reducen a un método, a una verdad, a lo que algunos llaman “paradigma” perdemos
de vista aquello que intentamos conocer. Así que le propongo un punto de
partida diferente un modo que nos permita ampliar nuestra descripción y comprensión con cierto nivel de
apertura. Sin ese esfuerzo resulta difícil aprender y para ello, hay que leer
bastante.
Estudiantes: ¿Cuál sería el punto de partida que propone?
VHM: Podríamos comenzar por trazar las condiciones históricas que
presidieran a su constitución, vinculándolas a la crisis de la Psicología Social
y a las causas epistemológicas políticas, históricas y sociales que la
favorecieron y la propiciaron. Nos cuenta Tomás Ibáñez (2003, p.156) que a lo
largo de éstos últimos años la orientación Socioconstruccionista se ha
afianzado de manera muy notable en el seno de la Psicología Social. Muestra de
ello el volumen considerable ya
alcanzado por las publicaciones generadas en el mundo desde esta orientación o
el importante número de investigadores/as que se reclaman de ella, en distintos
países. Y coincido con este autor, cuando expresa que nadie en la Psicología
Social en particular y en las Ciencias Sociales en general, puede pasar por
alto su existencia, no queda otra alternativa que estudiarla y conocerla,
aunque sea para proclamar responsablemente que conviene ignorarla. Afirmar lo
contrario sin estudiarla sería a mi modo de ver, una irresponsabilidad
profesional.
Estudiantes: ¿Cuál sería- brevemente- su emergencia histórica?
VHM: Una breve
ubicación histórica nos permite establecer que se origina o emerge de los
cambios que se produjeron en el contexto de la Filosofía y la Sociología de la
Ciencia durante los años 70 y 80 del siglo pasado. Nace en la Psicología Social
como una de las concepciones posmodernas que critican las prácticas y métodos
de la concepción neopositivista de la ciencia y rechazan esta concepción como
un saber privilegiado. Se trata de una crítica a la noción explicativa,
objetivista y causalista del conocimiento, a la noción acumulativa y el
progreso científico, dando lugar a una perspectiva relativista, que propicia la
comprensión de nuestras narrativas, nuestras relaciones y el análisis del
discurso (Cañón Ortíz, 2005, p.239) Se produce un debate epistemológico que
sostienen desde polos opuestos, autores que suscriben al Relativismo (Psicología
Social Crítica-Construccionismo Social, Psicología Social Discursiva) perspectiva
que ha crecido sostenidamente durante las dos últimas décadas en el campo de la
Psicología Social y la Sociología y autores que adhieren al Realismo (Psicología Experimental) (Gosende, 2001, p.104) Bruner (1991)
establece que se genera el debate pues las Ciencias Sociales se alejan de la
postura positivista, acercándose a una
postura más interpretativa. El significado pasó a ser el elemento central.
Por otro lado Ibañez (2003, p.156) propone un
balance con una mirada histórica y considera
útil recordar brevemente cómo y por qué se fue construyendo esta orientación.
Afirma que sus antecedentes más directos se hallan en el fuerte cuestionamiento
interno al que fue sometida la Psicología Social hacia finales de los años 60 y
principios de los 70, en el período de la llamada “crisis de la Psicología Social”. En este período se realiza un
cuestionamiento epistemológico donde se critica la asunción acrítica de los
postulados positivistas y neopositivistas. Por otro lado se cuestionó la nula
implicación social y la escasa utilidad práctica de las aportaciones realizadas
desde esta modalidad de investigación psico-sociológica. El cuestionamiento
epistemológico se nutría del espectacular quiebre del positivismo lógico y
tomaba aportes de la Filosofía Analítica de Oxford, inspiradas en las
investigaciones filosóficas de Wittgenstein. El cuestionamiento político
conectaba muy directamente con el clima contestatario que se había extendido
por numerosos campus universitarios, así como una agitación social que
encontraba en la juventud uno de sus principales protagonistas y con el inicio
de una profunda recomposición de los movimientos sociales (Ibáñez, 2003, idem)
Estudiante: En un video de una conferencia de Kenneth Gergen
que Ud., subió a la red social pudimos observar que él nombra a Kuhn, Wittgenstein,
a Foucault y Derrida, ¿Qué papel tuvieron ellos?
VHM: Si bien
hablamos de los 60 y 70, recién en los 80 se consolida una propuesta más
elaborada llamada Construccionismo Social. El papel desempeñado por Kenneth
Gergen en la formulación de estas
propuestas es, a todas luces crucial. Como expresa Robert B Faux (2007) existen
pocos académicos tan productivos y elocuentes en su defensa del construccionismo como Kenneth J. Gergen.
A través de su sobresaliente carrera, Gergen ha explicado y defendido al Construccionismo
en contra de aquellos otros académicos que ven el método de las ciencias
positivistas como los únicos métodos dignos de ser usados por los científicos
sociales. Como construccionista, Gergen distingue lo que él llama la
fase reconstructiva del saber.
El construccionismo comienza con un enorme escepticismo, una crítica nacida en
varios círculos contrastantes, incluyendo los estudios sociales de la ciencia,
los estudios literarios y retóricos, los estudios culturales. Estas críticas
remueven los cimientos del progreso en el conocimiento empírico (positivista)
como es el caso de Kuhn; estas críticas también minan el concepto de
racionalidad (como en Derrida) y destruyen el supuesto del “conocimiento libre de ideología” (como es el caso de Foucault). Y
también verán que en esa conferencia, Gergen hace alusión a que Wittgenstein, quien pone en crisis al
lenguaje como representación de la realidad, proponiendo sus juegos del
lenguaje. Vemos entonces que emerge una crítica ideológica, una crítica
literario-retórica, una crítica social, proponiendo un conocimiento como
posesión comunitaria, no individual (Gergen, 1996 p.139-160)
Estudiante: ¿Podría hablarnos de estos autores y el
aporte que hizo cada uno de ellos? Brevemente claro.
VHM: Comencemos
por Thomas Kuhn. Una de las
aspiraciones destacadas de los filósofos modernistas de la ciencia era
establecer los fundamentos racionales del conocimiento. Se desarrollaron reglas
del proceder científico tales que todas las disciplinas pudieran proceder a
instituir, con más eficiencia, un saber objetivamente estructurado de sus
respectivas materias. A inicios de los 60 un físico llamado Werner Heinsenberg, concluyó en sus
estudios; que no existe unidad básica de materia que pueda ser observada con
independencia de quienes efectúan la observación, es decir Sujeto y Objeto
están inextricablemente ligados. Era tanta la adhesión a la racionalidad-objetividad
en la ciencia en aquellos tiempos que se pasaron por alto las incómodas
afirmaciones de Heinsenberg. A pesar de las indiferencias, de las resistencias,
el interés por la perspectiva del observador, siguió en aumento. En 1962, Thomas Kuhn publica La estructura de las revoluciones
científicas, en un tiempo y terreno de amplia receptividad a la crítica, y
concluye que lo que se presenta como grandes avances científicos no puede
atribuirse a un proceso como el de la explicación modernista de los
procedimientos racionales. Más bien lo que sucede es que los científicos más
importantes de una época se adhieren a una particular perspectiva del mundo
(junto con las prácticas conexas) que Kuhn llamó “paradigmas”. Así transcurre la ciencia desde una instancia preparadigmática, una instancia de
consolidación y ciencia normal, emerge una anomalía científica (nuevos hallazgos, nuevas perspectivas que no
encajan con el paradigma reinante), y lo que denomina revolución científica o transición a un nuevo paradigma. La nueva
teoría no puede ser comparada con la antigua en lo tocante a su verdad
empírica: es otro modo de ver el mundo, que se conjuga con un ámbito de hechos
diferentes. Kuhn decía entonces que tal vez debíamos abandonar o renunciar a la
noción de que los cambios de paradigmas nos acercaban más a la verdad a los
científicos. La postura de Kuhn gozó de amplia difusión, sus argumentos
asestaron un golpe mortal al modernismo, sosteniendo que aquello que se tiene
por hecho-objeto depende de la perspectiva de cada observador-investigador.
(Gergen, 2010, pp.133-136)
Estudiante: de Ludwig Wittgenstein ¿qué nos podría decir?
VHM. En realidad
si sigo las contribuciones de los intelectuales de la época, y el recorrido que
hace Gergen en su obra “El Yo Saturado. Dilemas de identidad en el
mundo contemporáneo”(1992). No puedo
dejar de nombrar al sociólogo Harold
Garfinkel de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) obra
pionera que se centró en la Etnometodología,
vale decir: las convenciones-acuerdos en materia de conversación que utilizaban
las personas en su vida cotidiana para determinar lo que consideraban “el mundo fáctico”, “el mundo de los hechos”.
Vemos pues como desde diferentes puntos y posiciones, crecen las sospechas
sobre la verdad objetiva de la ciencia o de cualquier otro grupo de individuos
que proclame que su lenguaje es verdad-ero. El Construccionismo Social también
se nutrió en buena medida de la
espectacular quiebra del positivismo lógico, y también tomó algunos aportes de
la incipiente filosofía analítica de Oxford inspirada en las investigaciones
filosóficas de Ludwig Wittgenstein
(Ibañez, 2003, p.156) quien en sus últimas obras propuso que “nuestras palabras no son descripciones o
imágenes de lo que es la cuestión. Las palabras no son, planos de la realidad,
sino que cobran significado a través de su uso en el intercambio social, en los
juegos del lenguaje, de una cultura. Los escritos de Wittgenstein marcaron un rumbo y Richard Rorty, en 1979 presenta su obra La filosofía y el espejo de la naturaleza y lleva esta
argumentación a sus últimas consecuencias lógicas sugiriendo que “la concepción de la mente como un espejo
interior de la realidad externa es una metáfora en gran medida elaborada por
los filósofos del siglo XVII y cuyo propósito fue defender la indagación
filosófica contra las ciencias en aquel momento en auge”. Ante estas
críticas, ya no es sostenible el supuesto de que las mentes de los individuos
operan como espejos de la realidad externa (Gergen, 2010, pp.150-151)
La idea de que detrás de las palabras hay una
mente singular es el fundamento del individualismo occidental, y puede
remontarse a los siglos XVII y XVIII. Antes de esa época circulaban muchos
escritos cuya paternidad nadie reclamaba. Aquí aparece Michel Foucault sugiriendo que el deseo de identificar a un “autor”
fue en parte la consecuencia de que las autoridades buscaban individualizar a
los responsables de los escritos políticos que les resultaban inconvenientes,
incómodos, críticos. Foucault argumentaba “tal
sutil y sugerente es el trabajo de la ciencia que nos volvemos cómplices en
nuestro propio encadenamiento” Hasta aquí vamos llegando a compartir la
idea de que es falaz que alguna disciplina sostenga que sus respectivos
lenguajes son el vehículo de la verdad.
Estudiante: ¿Derrida? Leímos que puso en tela de juicio toda la historia de
la filosofía occidental, ¿es así?
VHM. Por lo que
leí, según Gergen el movimiento más poderoso fue el deconstruccionismo, de impulso en Francia y luego con difusión
internacional. La fuente decisiva fue la obra del teórico francés Jacques Derrida, que emerge “como el más vanguardista de los
vanguardistas. La conferencia que pronunció en la Universidad Johns Hopkins en 1966 “la estructura el signo
y el juego en discurso de las ciencias humanas” causó gran conmoción entre los
académicos norteamericanos presentes. Su planteo hizo necesaria una revisión de
muchos filósofos anteriores, y marcó el camino que habrían de seguir muchos
pensadores a partir de entonces. La nueva cuerda que él pulsó no era muy
armoniosa; se distinguió por sugerir una lectura subversiva de los textos
autoritarios, así como de cualquier texto. Este tipo de lectura se conoció como
desconstrucción, la cual desaloja al existencialismo y se puso en Francia de
manera repentina. Derrida se transformó en el pensador del momento en el enfant
terrible, el filósofo punk del intelectualismo francés. Derrida y su concepto
de desconstrucción tomaron a EEUU por asalto, por sorpresa, poniendo patas
arriba la cosmovisión occidental (Powel
y Howel, 2001, p.8) Lo que si debemos tener en cuenta que Derrida partió de las
teorías de Nietzsche, Freud, Heidegger y Sausurre, para formular sus
reflexiones y “lecturas subversivas”
de los textos de su época y anteriores. Así el alzamiento de tantas voces crea
un ambiente en el que ya no se justifica ninguna pretensión de alcanzar la
verdad objetiva. Queda así erosionada, la fe en el conocimiento objetivo de los
individuos, de su mente. El pragmatismo de Rorty, el posestructuralismo
representado por Roland Barthes, Derrida, Michel Foucault, la constitución del
paradigma de la complejidad, el movimiento de los estudios de la “discursividad” contribuyeron a la agenda teórica
inicialmente propuesta por el construccionismo social.
Estudiantes: ¿Así se va configurando el
Construccionismo?
VHM. Como dije dentro de la Psicología Social, se daba todo este
movimiento crítico al positivismo, y muchos profesionales de esta rama como de otras en las Ciencias
Sociales se mostraron sensibles a una o varias de las mencionadas
contribuciones contemporáneas, y adhirieron al Construccionismo Social. Este
movimiento intelectual es Psicología, pero va más allá, constituyéndose como
una epistemología que explora con una lente distinta la variedad del
conocimiento psico y metapsicológico. (Ortiz, 2005, p. 238) Ibáñez (2003,
p.158) en su balance de logros y aportes del construccionismo destaca entre
ellos: “haber contribuido a tornar más
permeables las fronteras disciplinarias, impulsando flujos de intercambio en la
Sociología, la Antropología, La Filosofía o la Lingüística por ejemplo.
Estudiante: pero ¿Qué es el Construccionismo entonces?
VHM. En medio de la crisis de las Ciencias Sociales
y con gran acierto, Kenneth Gergen definió al Construccionismo Social como un
movimiento, es decir como un conjunto de elementos teóricos en
progresión, laxo, abierto y con contornos cambiantes e imprecisos, más que como
una doctrina teórica fuertemente coherente y estabilizada. El acierto consistió
en privilegiar la dimensión instituyente por encima de la dimensión instituida
o su carácter de proceso, en
desarrollo por encima de su carácter de producto más o menos acabado. Gergen invita a
pensar este movimiento intelectual a través de la metáfora de un archipiélago
más o menos disperso, en lugar de recurrir (como se acostumbra) a la metáfora de
un macizo continente teórico (Ibáñez, 2003, p.157)
Por otro lado Alvaro (2003, p. 420) expresa “es
una de las concepciones posmodernas de
la psicología social. Comparte con otros enfoques, la crítica a las
prácticas y métodos de la concepción
neopositivistas de la ciencia y el rechazo de ésta como saber
privilegiado. Es una crítica a la
concepción representacionista del conocimiento que señala la existencia de una
correspondencia entre nuestras ideas y los hechos externos. Rechaza igualmente
una noción explicativa y causalista del conocimiento, junto con la noción de acumulatividad
y progreso científico, dando paso a una perspectiva relativista que propicia la
comprensión de las narrativas, las relaciones y el análisis del discurso”
Gosende
(2001, p. 104) en su trabajo de tesis, al encarar el debate epistemológico entre
realismo y relativismo, se refiere al Construccionismo Social como una perspectiva
epistemológica y también en la página 106 habla de nuevo paradigma.
En una entrevista realizada en
Morelia-Michoacan-México por Cesar Cisneros (2007, p.66) a Kenneth Gergen,
este último refiere “para mi, el pensamiento construccionista es equivalente a una epistemología social, pero al mismo
tiempo sirve como una anti-epistemología. Esto es, monta propuestas para
indagar la génesis social de lo que damos por hecho, objetivo, real, valioso o
raciona, y en ese sentido, podrías verlo como una epistemología social. Pero
simultáneamente aplica este mismo escepticismo a sus propias afirmaciones. De
este modo ofrece premisas sin fundamentos. De esta forma es una anti-epistemología.
Esto es posible por lo siguiente; el construccionismo socava la mera idea de
declaraciones de cualquier tipo acerca de la verdad de sí mismo. Para mí el
construccionismo dice; reemplacemos las declaraciones acerca de la verdad con
temas de resultados prácticos; no preguntes si una declaración es finalmente
verdadera, sino ¿Qué pasa, para bien o para mal, si declaramos que esto es
verdad?
Estudiante: Pero hay diferentes formas de hablar de Construccionismo
entonces…
VHM: Es lo que
busca generar el construccionismo, voces alternativas, diferentes formas de
nombrar un fenómeno, así por ejemplo:
En un Texto de John Shotter (2001) en la presentación del texto “Realidades conversacionales” la línea
editorial (Amorrortu) habla de corriente,
vean “Inscripto en la corriente del construccionismo social, este libro sostiene, en
cambio que esas realidades se construyen socialmente y se mantienen en el marco
de las actividades conversacionales desordenadas y cotidianas de la gente”.
También en un Texto compilado por Dora
Fried Schnitman (2008, p.49) el mismo Gergen refiere a perspectiva construccionista, en tanto que la compiladora se
refiere al Construccionismo Social Sistémico y lo ubica en los nuevos
paradigmas del conocimiento. Se expresa de la siguiente manera “Esta obra en dos volúmenes aborda la
resolución de conflictos desde la perspectiva de los nuevos paradigmas y el
construccionismo social sistémico. A modo de conversación interdisciplinaria
sobre cuestiones conceptuales y pragmáticas, se ocupa del diálogo, la
narrativa, la reflexividad, otras formas creativas de comunicación, y el
desarrollo exponencial de los contextos en que estos enfoques encuentran
aplicación”. “Los teóricos y profesionales que aplican el construccionismo
social sistémico han contribuido de diversas maneras al nuevo paradigma”
En nuestra América Latina podemos citar
algunos textos más actuales, por ejemplo a Nilsa
Burgos Ortiz (2011, p.31) catedrática e investigadora de la Universidad de
Puerto Rico, en su obra sobre Investigación Cualitativa en Trabajo Social
presenta al Construccionismo Social como un posicionamiento epistemológico en investigación cualitativa, junto
a las representaciones sociales, la semiología y la fenomenología, la teoría
crítica.
La colega Rosa María Cifuentes Gil (2011, p.37), docente e investigadora de
la Universidad de la Salle, Colombia, en
su texto de Diseño de Proyectos de Investigación Cualitativa, desarrolla los
enfoques de investigación, e incluye en sus desarrollo al Construccionismo Social,
Complejidad, Ecología Social y refiere a ellos como nuevos enfoques en investigación cualitativa. Adopta “enfoque” por
considerarlo flexible, abarcador e integral, en coherencia con los procesos de
conocimiento en ciencias sociales y humanas.
Angela María Quintero Velázques (2007, p.38) de la
Universidad de Antioquia-Medellín-Colombia, en su texto Diccionario
Especializado en Familia y Género, la colega se refiere también al construccionismo social
como un enfoque.
Más cercano a nosotros -a mí en todo caso- mí
maestro en la profesión Natalio
Kisnerman (1998-2005) a quien me unía una profunda amistad, se refería en
su Pensar el Trabajo Social” al
Construccionismo como paradigma y como Enfoque Epistemológico Transdisciplinario.
A fines del 2013, Ana Arias y otros profesionales, desde el
Departamento de Publicaciones de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de
la Universidad de Buenos Aires, publican el texto: “El proceso metodológico y los modelos de intervención profesional: La
impronta de su direccionalidad instrumental y su revisión conceptual actual” y expresan que desde el Trabajo Social ha sido Natalio Kisnerman quien ha adherido
explícitamente a esta matriz epistemológica (Construccionismo) y lo ha hecho en el último trayecto de su
producción escrita. El autor basa su propuesta metodológica en lo que denomina “epistemología
transdisciplinaria construccionista”, enfoque que desmitifica la
objetividad, la verdad, la neutralidad ideológica y la apoliticidad y remite a
los intercambios que se dan entre personas situadas histórica y culturalmente
en una sociedad dada, en donde lo social precede a lo individual, el
conocimiento es producto de los intercambios relacionales y la realidad no
existe independiente del sujeto cognoscente.
Como
verán, podemos estar así mucho tiempo citando profesionales y textos, que dan
cuenta que el Construccionismo no puede ser ignorado en las Ciencias Sociales,
usen la denominación que usen.
Estudiantes: ¿Cuáles son los supuestos o principios del
Construccionismo Social?
VHM. En realidad Gergen escapa a la idea de enunciar “los principios del construccionismo son…”
como también lo hacen autores de otras versiones del construccionismo pues
consideran que al hacerlo lo congelarían y dejaría de ser construccionismo. No
obstante ello, se coincide desde una afinidad colectiva que la concepción
construccionista acoge y contiene
supuestos centrales.
-
Lo términos
mediante los cuales describimos el mundo y a nosotros mismos no están dictados
por los objetos hipotéticos de tales descripciones.
-
Los términos
y formas mediante los cuales obtenemos la comprensión del mundo y de nosotros
mismos son artefactos sociales, productos de intercambios histórica y
culturalmente situados entre las personas.
-
La medida en
la cual una descripción dada del mundo o de nosotros mismos que se mantiene a través del tiempo, no
depende de la validez empírica de la descripción, sino de vicisitudes del
proceso social.
-
Como el
lenguaje es un subproducto de la interacción, su principal significado se
deriva del modo en que está inmerso dentro de patrones de relación.
-
Apreciar las
formas existentes del discurso es evaluar patrones de vida cutural, cada
evaluación da voz a un enclave cultural dado, y compartir apreciaciones
facilita la integración del todo.
Seguramente
analizar y explicar cada uno de ellos nos llevaría mucho tiempo, por ahora
les comparto las características que le
atribuyen al Construccionismo Social Cromby y Nightingale (1999) y que auxilian en
la comprensión:
a) La primacía de los procesos sociales. Nuestra
experiencia del mundo y de las personas que en él encontramos, son primeramente
y sobre todo el producto de procesos sociales. Nuestro conocimiento es
fabricado en nuestras interacciones de la vida cotidiana. La reproducción y
transformación de las estructuras de significado, convenciones, prácticas
morales y discursivas es lo que principalmente constituye nuestras relaciones y
nuestro sí mismo. Esto implica que el lenguaje es el soporte fundamental de nuestras categorías analíticas
y significados.
b) La especificidad histórica y cultural. Como lo ha
demostrado la Historia y la Antropología, los conceptos y las categorías, así
como toda cosa que nosotros conocemos son históricas y culturalmente
específicos. Más aún, lo que le interesa al Construccionismo es no solo mostrar
las variaciones culturales e históricas sino hacer hincapié en que estas
variaciones son productos originales de esas culturas o tiempos históricos, es
decir que se entienden por las contingencias de cada momento y cada ámbito
cultural.
c) El conocimiento y la acción van juntos. Elaboramos nuestras preguntas y enmarcamos las
respuestas que obtenemos de maneras que están fundamental e íntimamente ligadas
a nuestras actividades y propósitos.
d) Una postura crítica. Al
entender que el conocimiento es relativo y que además emerge de la práctica
social-relacional el Construccionismo toma una posición crítica frente al
positivismo y al empirismo que admiten a la observación como fuente de
conocimiento objetivo.
Estudiantes: La última pregunta, profesor. ¿Cuál es la diferencia entre el
Constructivismo y el Construccionismo?
VHM. Con respecto a ello,
Kenneth Gergen y Mary Gergen (2011, p.10) realizan una diferenciación; “Los términos constructivismo y
construccionismo a menudo se utilizan indistintamente. El constructivismo sitúa
el lugar donde se origina la construcción del mundo: en la mente o interior del
individuo. Aunque hay ciertos puntos en común entre este movimiento y el
construccionismo social, en el presente trabajo nosotros usaremos
exclusivamente éste último término para subrayar la importancia central que se
da al papel no de los individuos, sino de las relaciones”
Natalio Kisnerman (1998, pp.122-123) realiza
un breve recorrido por las aportaciones contructivistas desde Giambatistta Vico (1668-1744), cita al
constructivismo radical, que rompe con las convenciones y desarrolla una teoría
del conocimiento en la cual éste ya no se refiere a una realidad ontológica
objetiva sino que refiere exclusivamente al mundo constituido de nuestras
experiencias. Constructivismo y Construccionismo básicamente se diferencian en
que uno es un enfoque individual, el primero y social el segundo. No son
antagónicos, a menudo son intercambiables ya que mantienen relaciones
intertextuales. Coinciden en considerar la naturaleza constructiva del
conocimiento y en que la realidad no existe independientemente del sujeto
cognoscente. El Construccionismo privilegia la construcción compartida y
continua del significado, la realidad es un fenómeno intersubjetivo que se da
en el mundo de la vida.
Estudiantes: ¿Y la relación con el Trabajo Social?
VHM. Si bien el
constructivismo tuvo un acierto de sustituir el dualismo sujeto-objeto por una
forma de monismo cognitivo- continúa Kisnerman- a nosotros como Trabajadores Sociales
nos interesa el Construccionismo Social porque remite a los intercambios que se
dan entre personas situadas histórica y culturalmente en una sociedad dada. De
este modo las emociones, las intenciones, la memoria, el pensamiento, las
acciones y los conocimientos, las situaciones y hechos sociales, etc., son
construcciones sociales nunca individuales, porque lo social precede a lo
individual. El conocimiento no es el producto de la mente individual sino de
intercambios relacionales. En ellos las descripciones y las explicaciones, las
palabras y las acciones adquieren significación. Las significaciones se co-construyen entre actores y trabajador
social en un contexto social. Por eso la preocupación por la verdad es sustituida por
la inteligibilidad, la utilización social y el valor humano. Y el NO SABER, del
profesional se traslada a un SABER CON OTROS. El desafío entonces para los
Trabajadores Sociales Construccionistas es
construir realidades relacionales, nuevas inteligibilidades lingüísticas
y prácticas sociales colaborativas, de modo que ofrezcan una nueva “potencialidad
a la vida cultural”. Para ello Kisnerman propone un abordaje metodológico
mediante procesos de deconstrucción-construcción-reconstrucción, al que
nosotros, desde nuestra experiencia situada, incorporamos a dichos procesos, la
inserción, la evaluación y la sistematización. Pero el proceso metodológico que
proponemos, será motivo de otro encuentro conversacional. Dejamos Aquí. Gracias.
BIBLIOGRAFIA
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