“CONOCER
HACIENDO” EN TRABAJO SOCIAL COMUNITARIO
La
investigación construccionista
Mg. Víctor Hugo
Mamaní
Jujuy, Diciembre
2013
En
numerosas oportunidades me preguntan sobre el proceso de “conocer haciendo” en el
trabajo comunitario y el andamiaje teórico que lo sustenta. En primer lugar les
digo que este planteo surge de poner en cuestionamiento la forma clásica o
tradicional de conocer, o mejor dicho del proceso investigativo propuesto por
el paradigma clásico dominante. Este paradigma clásico o tradicional se busca “…postulados universalmente válidos, que traducidos en principios, leyes
o reglas, dieran cuenta de la vida humana en general. El sujeto investigador o
científico se acerca a una realidad que tiene una única perspectiva o mirada
posible, realidad que es externa y autónoma, que el investigador debe descubrir o poner en evidencia a
través de la aplicación de un método riguroso y estricto. El sujeto
investigador debe concebirse como un sujeto neutro, de afuera, que se acerca a
la realidad tal cual esta es, y busca obtener de ella; un conocimiento
verdadero y válido que se sustentan en el dominio preciso de los lineamientos
metodológicos, para obtener un conocimiento que se califica de objetivo” (Perdomo
Giraldo, 2002, p. 2)
II
Desde
los años 50, frente al paradigma clásico se pronunciaron múltiples movimientos
científicos, algunos de las ciencias humanas y otros ajenos a dicho campo,
proponiendo intereses interpretativos-comprensivos de los ámbitos humanos, dando lugar a paradigmas
emergentes y alternativos, produciendo una ruptura con la tradicional forma de
acceder y lograr conocimiento. Es decir
que plantean formas alternativas de concebir al sujeto, el conocimiento, la
realidad (como objeto de conocimiento)
Ontológicamente
se plantea que la realidad no es única e invariable, sino que es diversa,
variable, dinámica y múltiple, de modo que sobre ella no es posible lograr un
conocimiento último ni definitivo. Cambia la concepción del objeto, no se
pretende establecer leyes universales, ni seguir atados a “la verdad única ni un único método”. Se plantea desde estos
paradigmas emergentes, que el
conocimiento es producto de la
interacción que hace el sujeto constructor (significador) de la realidad, ser subjetivo, sujeto cultural, heredero y
hacedor de cultura, inmerso en una red
de relaciones (y por ende de significaciones)
Sujeto que conoce según las huellas de su propio contexto sociocultural, que
impregnan su concepción de la realidad (variable, multicausada y abierta a
interpretaciones)
III
Desde
este marco general, adherimos progresivamente a los estudios hermenéuticos,
etnográficos, constructivistas y construccionistas de las ciencias del hombre.
Adoptamos estrategias metodológicas más
flexibles y dinámicas, en sintonía con las realidades urbanas o rurales que
habitamos en nuestro ejercicio profesional. Aquí cobra mucha
importancia-preponderancia- la experiencia del sujeto investigador-científico,
la propia subjetividad, la cultura. Los lineamientos investigativos que propone
este paradigma emergente y en especial el construccionismo social, podrían
citarse de esta manera:
-
No se trata de abandonar los
tradicionales métodos de investigación, sino darle nuevas significaciones.
-
El insumo fundamental es el
lenguaje significado en las interacciones contextualizadas (lenguaje-significado-interacciones en
contexto)
-
En la medida que se exploren
nuevos métodos de investigación, se transforman las comprensiones teóricas.
-
La experiencia del investigador
es un recurso fundamental para el proceso.
-
Más allá de los métodos
cualitativos de investigación, se propone un desdibujamiento de las fronteras
entre el arte y la ciencia (de este modo, se usan cartas, pinturas, poesía,
música, fotografías, etc. como recursos válidos en el proceso de conocer)
Así nos adentramos a la investigación construccionista,
desde donde se plantean tres vías de escape al paradigma dominante:
-De la razón-conocimiento
individual a la comunidad retórica (constructora de significados).
-De la objetividad a la realidad
socialmente construida (subjetividad)
-Del lenguaje como representación
de la realidad o reflejo verdadero a la pragmática del lenguaje.
Asumimos desde el
construccionismo -en el proceso investigativo- una postura crítica, acudimos al
recurso y uso de metodologías narrativas, llevar a cabo recuperaciones “polifónicas” y establecer nuevos
procesos de investigación, como por ejemplo “la colaboración investigativa”.
IV
En una de nuestras experiencias
comunitarias con la Lic. Mirtha Alarcón (Mamaní,
2009, p.134) desplegamos acciones investigativas cooperativas, colaborativas, compartidas con
la vecindad. Dicha investigación permitió al equipo y a la vecindad compartir
la búsqueda de los “motivos que llevan a
las madres del Barrio La Esperanza a no concurrir a los centros de salud para
el control de embarazo, del recién nacido, vacunas, control de talla y peso de
sus hijos” En dicho proceso, la construcción de conocimiento es compartida
y producto de la interacción comprometida-intersubjetiva entre sujetos
investigados e investigadores.
En otras experiencias,
desplegamos acciones colaborativas en instituciones académicas y organizaciones
comunitarias de base; comedores comunitario, copas de leche, roperos
comunitarios, creando situaciones conversacionales desde donde podíamos acceder
al conocimiento de situaciones barriales, personales y familiares, desde el
nudo relacional y desde las propias significaciones de la gente y mediados por
la relación de confianza construida. (Chavez
y Nuñez, 2007, Flores y otros, 2010, Mamaní y Otros, 2012, Mamaní y Vilte 2013)
En un artículo de nuestra
autoría, publicado por la revista “Confluencia”
del Colegio de Profesionales de Trabajo
Social de Córdoba (2005), escribimos que este nuevo posicionamiento exige
elaborar el duelo de perder la creencia nociva de nuestra supuesta
superioridad, y también exige habitar verdaderos espacios y tiempos
interculturales. Proponemos construcciones compartidas tanto para conocer como
para intervenir. Juntos, no desde un vínculo jerárquico, no desde arriba hacia
abajo. No somos unos genios frente a quienes no poseen saberes, ni maestros
frente a alumnos, no somos quienes sabemos frente a quienes no saben, ni
quienes tienen frente a quienes no tienen. Consideramos que desde este posicionamiento
metodológico, donde interactúan los aportes de todos, compartiendo búsquedas,
las posibilidades de crecer en comunidad y profesionalmente, se multiplican.
En muchos casos nos dijeron que prestamos más atención a sus problemas, y
digo que es solo porque suponemos o creemos en el mandato que una institución
nos imprime: vamos a educarlos, a enseñarles, a promoverlos, a organizarlos a
emanciparlos, entre otras cosas. Ello acontece, porque suponemos que
nosotros tenemos capitalizados ciertos conocimientos y algunas experiencias
profesionales que ellos no, quizás esa sea nuestra única ventaja, la de ellos
es que saben de su contexto, de su vida
cotidiana, de sus problemas, mucho más que nosotros.
Posicionarnos desde una
investigación colaborativa en y desde las prácticas sociales de los sectores
populares, desde un genuino interés social en un proceso honesto y transparente
de inserción comunitaria, significa tomar un camino que no tiene retorno.
Dejamos atrás un pseudo-status y los privilegios de elite que supone una
profesión que muchas veces considera su título profesional como un título de
nobleza, y no lo contemplan como un título de servicio.[1]
“Camino
lento, paciente, metódico que nos conduciría tierra adentro del continente,
hacia dimensiones desvalorizadas o negadas de nuestro inconsciente. No es otra
cosa que volver a hacernos pueblo” (Bertucelli,
1988)
V
De este modo, se desafía y
destituye la pretensión de lograr valoraciones neutrales, dado que las teorías
y métodos, la vida misma se encuentran
atravesados por condiciones éticas, ideológicas, culturales en una
interdependencia que es inherente a las formas sociales.
Las metodologías narrativas-
conversacionales tienen un papel importante pues se asume, que la investigación
de los sujetos solo es posible en cuanto sean ellos quienes narren su propia
historia o hablen ellos mismos de sus problemas y diseñen soluciones, lo que
permite que por medio de los sujetos mismos, por medio de la interacción, el
investigador se haga partícipe de las prácticas socio-culturales, de los
procesos sociales y culturales que pretende comprender. La narración no solo
implica, entonces un sujeto reconstructor de su realidad, sino una co-construcción,
un acompañamiento que se produce en el intercambio conversacional y que da
cuenta de la forma misma como se disponen las relaciones e interacciones en
cada contexto, a partir de lo que ocurre entre investigador e investigado.
De allí que las metodologías
concretas, así como sus herramientas e instrumentos, sean múltiples y muy
variadas, incluyendo relatos autobiográficos, usos de voces de varios
participantes, la selección de fragmentos de discursos y o conversaciones,
reconstrucción histórico narrativa, etnografías, fotografías, entre otros. El construccionismo propone
estrategias de conocimientos alternativos al clásico y tradicional (experimentales
de carácter estadístico) pues su verdadero valor se encuentra en el modo, como las narraciones de los
sujetos diferenciadas y comprendidas en espacios-tiempos particulares, dan
cuenta de las relaciones entre significado y cultura, revelando complejas
variedades relacionales (patrones de interacción) simbólicas, axiológicas,
abandonando la idea de una cultura homogénea.
Desde el construccionismo se
privilegia lo múltiple, lo variado, lo diverso, formas de exploración que
permitan emerger el coro de voces que
presentan diversas versiones de la realidad y donde lo singular adquiere
un nuevo valor, voces que incluyen la voz misma del investigador en un papel
que no sólo le implica presentar los resultados de los sujetos investigados,
sino también asumir su propia versión como perspectiva enriquecedora de la
realidad estudiada. De este modo el investigador ejercita “presencia plena” (Bertucelli,
2006) hace presencia en la experiencia vivida, gracias a entrevistas,
conversaciones, observaciones participantes, que a su vez buscan recoger voces
de los involucrados, señalando de manera importante las relaciones tejidas
entre ellos a través de la interacción.
En el capítulo 4 “la investigación como práctica construccionista” del texto
“Reflexiones sobre la construcción social” Mary
y Kenneth Gergen( 2011) proponen con mucha claridad la reconstrucción de
las prácticas de conocimiento, alterar o trasvasar las fronteras disciplinares,
investigar lo útil y lo que tiene valor, fomentar métodos múltiples y ampliar
las formas de expresión, incursionando en cambios sociales a través de la
fotografía, narraciones del yo, estudios literarios y sobre el discurso,
invitan a las aventuras etnográficas desde etnografías colaborativa y
autoetnografías, y finalmente incursionan la investigación acción en acción.
Desde una ética-política
construccionista, se busca recoger no solo discursos dominantes-oficiales sino
también los discursos subalternos, a través de la expresión de ambivalencias,
emociones, ideologías o marcos axiológicos presentes, dando lugar a lo que Potter (1998) señala como dar voz a grupos minoritarios o ignorados por
la sociedad.
Desde este planteo buscamos lograr
lo que Gergen denomina “la colaboración investigativa”, donde
se requiere el protagonismo de sujetos investigadores e investigados en una
acción conjunta, compartida, colaborativa, ofreciendo la oportunidad de
enriquecer los procesos a través de la apertura a interpretaciones en varios
sentidos, gracias al recupero de las
diversas versiones de los sujetos, según sus percepciones, relaciones,
conversaciones cotidianas, sean mantenidas de manera rigurosa en sus contextos
y momentos histórico específicos, sin lugar a anacronismos.
Así dice Gergen (1999) las ciencias deben funcionar al modo del arte, esto
es, partiendo del supuesto fundamental de que son, en sí, versiones del mundo,
formas de la realidad, que se acogen a movimientos, tendencias, estrategias,
propias de cada época y que al estilo de la literatura, solo cuentan una vez
más las historias de los hombres en distintos momentos de sus vidas y de la
historia cultural misma, dando lugar
a nuevos modos de narrarnos y por ende, de pensarnos a nosotros mismos.
Concluyendo esta reflexión, el
proceso de “conocer-haciendo” pone enfásis en el protagonismo compartido sujeto
investigador-sujeto investigado, en un interjuego cambiante de posiciones,
énfasis especial en los relatos, las narraciones, los discursos que circulan en
las prácticas sociales, en la interacción, que permiten en primera instancia
autocomprensiones, y al mismo tiempo heterocomprensiones del ámbito vital en el
cual se desenvuelven las relaciones y los coeficientes éticos, políticos, sociales
y culturales que las atraviesan.
El compromiso que proponemos desde la investigación
colaborativa, desde el proceso de “conocer
mientras se hace con la gente”, siguiendo su dinámica interaccional,
compartiendo sus prácticas sociales y culturales, es reconstruir las historias
de las personas según ellos comprenden y viven sus vidas y problemas, así como
de captar el significado que adquieren estas historias en el marco cultural
general, en que se generan estos discursos y prácticas socio-culturales.
Bibliografía
Utilizada
GIRALDO PERDOMO,
María (2002) “Socioconstruccionismo y Cultura. Relaciones, Lenguaje y Construcción
Cultural”
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Psicología, Vol.31, Nro.4. Universita de Barcelona.
CRESPO, I y Otros
(1994) “Derecho a la propia cultura: universalidad
de valores o sesgo de la cultura dominante”, Revista Infancia y Sociedad,
Vol.27/28. Universidad Autónoma de Barcelona.
GERGEN Mary y GERGEN
Kenneth (2011) “Reflexiones sobre la construcción social”,
Paidos, Bs As.
Gergen, Kenneth J., (1999) “Realidades y relaciones.
Aproximaciones a la construcción social”, Barcelona, Paidós, pág.263.
MAMANÍ Víctor Hugo
(2005)”Por un Trabajo Social que respete la Diversidad
Cultural. Del Barrio La Esperanza a la esperanza de un Barrio”, Revista Confluencia, Colegio de
Profesionales de Servicio Social de Córdoba.
MAMANI, Víctor Hugo
(2009) “En red-ando salud y calidad de vida, Lumen
Humanitas.Bs As.
CHAVEZ, Cecilia y
NUÑEZ, Macarena (2007) “Trabajo Grupal con niñ@s.
Resiliencia y Salud Integral”, Estudio Jakasiña, Jujuy.
MAMANI Víctor Hugo (2012) “Reconstruyendo
identidad cultura. Un enfoque construccionista. Discursos y Prácticas Culturales de la Cosmovisión
Andina en Estudiantes de Trabajo Social - Jujuy”. En
MARTINEZ, Silvana (2012)
CONTEXTOS
Y PRÁCTICAS DE TRABAJO SOCIAL. Editora La Hendija. Paraná.
(2012)
MAMANÍ Víctor Hugo y VILTE, Araceli (2013)
¿DE DONDE SOS?
La narración del Yo en la Investigación Construccionista. VIII JORNADAS NACIONALES DE TRABAJO SOCIAL. Facultad
de Humanidades y Ciencias Sociales (FHyCS) Universidad Nacional de Jujuy-Año 2013
18,19 y 20 de Setiembre, 2013.San Salvador de Jujuy
FLORES, Melina, SORUCO, Lorena
(2010)”Proyecto Tinkus.Redes e interculturalidad. El
Socioconstruccionismo en Problemas de Niñez, Adolescencia y Familia”. Centro de
Estudios jakasiña-Municipalidad de S.S. de Jujuy. Dirección de Salud
mental.Jujuy.
[1] “El drama de toda clase media urbana que
posee un titulito, una maestría, es que tiene terror, como diría Kusch de ser
fagocitado por la cultura popular. No se trata de fusionarse con la cultura
popular, dicen. A ello decimos; ¿quién les dijo que aquí en este tipo de
relación intercultural puede haber fusión? Porque además la palabra fusión no
existe en Ciencias Sociales. No pueden fusionarse dos seres humanos, dos
culturas. Utilizan una analogía inadecuada, la fusión no existe. Ponen la
noción de fusión como escudo, advertencia para defenderse del miedo a ser
tragados por el otro, la cultura popular, - y perder su status profesional-
En Revista Silabario. Universidad
Nacional de Córdoba (2006) Entrevista a Sebastián Bertucelli.