BELÉN
Muchas felicidades por tu CUMPLEAÑOS NÚMERO
TRECE, es la primera vez que me atrevo a escribirte y espero que no te moleste
que sea por este medio. Aunque mis tiempos y ritmos de trabajo, no me permiten hacer un alto y reflexionar, hoy la vida cotidiana me dejo un
tiempito para pensarte, recordarte y emocionarme sabiendo que existes en mi
vida y que hoy es tu cumpleaños. Aunque no creas hoy es una hermosa fecha para
mí también y seguramente para tu madre, pues desde que llegaste a nuestras
vidas, ya nada fue igual. Nos cambiaste la vida, hija.
Me siento muy dichoso y orgulloso de que seas nuestra hija, mi hija, pues eres una persona, una “jovencita” muy importante, muy valiosa. Recuerda que siempre cuentas con mi apoyo para lo que desees y necesites. Tus tristezas y dolores son los míos, tus sueños son mis sueños y tus alegrías son mis alegrías. Te agradezco por enseñarme a ser padre. Te escribí en otro mensaje, que no se estudia para ser padres, aprendemos a serlo, con nuestros hijos. Gracias por ser tan sensible, dulce y tierna, tan temperamental, gracias por brindarme tu ayuda en algunas ocasiones y por ser tan responsable a tu corta edad. Dios me bendijo grandemente y –QUIZAS SIN MERECERLO-al enviarme a una niña tan maravillosa, espero que te dé muchos años más en este mundo. Te amo mucho, recuérdalo siempre. TU PAPA.